El director de Salud Ambiental del estado Mérida, Eugenio Marín, señaló que la temporada de lluvias disparó los casos de malaria y dengue.
De acuerdo con Marín, hay 234 casos de malaria «entre autóctonos e importados», asegurando que «hemos visto con mucha preocupación el aumento de casos en las últimas semanas en las zona de Tulio Febres Cordero».
Por esta razón, señaló a Radio Fe y Alegría Noticias que ya emitieron una alerta y solicitaron a a la Dirección Nacional de Salud Ambiental, así como al Ministerio, la dotación de 500 litros de insecticida «para hacer operaciones conjuntas entre Caja Seca, del Zulia, y Nueva Bolivia, de Mérida, y así atacar el foco malárico de esa zona».
En cuando al dengue, apuntó que hay registro de 536 casos, 300 menos que el año pasado.
«Nuestros indicadores señalan que hemos disminuido los casos, pero no podemos bajar la guardia frene a una enfermedad que puede generar grave daño en lo económico, porque puede generar morbilidad y mortalidad», dijo.
Destacó además que la zona más afectada es la del sur del lago, conocida por su capacidad de producción, por lo que insistió en la urgencia de atender a esta población para evitar mayores consecuencias.