«Lo que queda es un vacío institucional»

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Cuando se le preguntó ¿cómo queda la institucionalidad en el país a partir de este martes 5 de enero? el jesuita venezolano Arturo Peraza se desconcertó y optó por decir «la pregunta es cómo viene quedando la institucionalidad a partir de hace tiempo».

Y es que esta nueva interpelación le permitió al también abogado disertar, a través de Radio Fe y Alegría Noticias, qué es lo que le espera a los venezolanos cuando se instalen los nuevos diputados nacionales, electos en unos cuestionados comicios el 6D.

En realidad, apuntó, «lo que se ha venido presentando es un proceso progresivo de pérdida de institucionalidad y de descomposición desde hace años y ha seguido avanzando, esa es la verdad».

Como ejemplo de esta radiografía que él mismo hizo, mencionó que cada vez que ganaba un gobernador de oposición «le ponían un funcionario al lado que no tenía ningún papel ni rol en el sistema constitucional, pero era una forma de violentarlo».

Igualmente se refirió cuando se le vaciaron las competencias del Distrito Capital «porque se inventaron una nueva ley, una nueva regulación, donde ahora el Jefe del Distrito Capital lo nombra el presidente de la república y no la población».

El sacerdote siguió enumerando otros casos que llamó inconstitucionales como la reelección de Nicolás Maduro en 2018, la elección de «otra cosa fraudulenta que llamaron Asamblea Nacional Constituyente que lo único que hizo fue una serie de leyes a conveniencia del gobierno».

En esa línea de acotaciones precisó que ahora surge «la aparente existencia de dos asambleas nacionales».

Una, es la anterior de 2015 «que se prorrogó el mandato». Y la otra «que fue electa de manera irregular y que la mayoría de los países occidentales reconocen que fue electa ilegal y no democráticamente».

No es igual vacío institucional que vacío de poder

Pero el jesuita fue claro al reflejar, en una especie de laberinto, «al final vamos a quedar en nada, es decir, estamos en una situación de vacío institucional que no significa vacío de poder».

Describió como vacío institucional aquel que se caracteriza por la ausencia de legitimidad. Es una cualidad «que facilita el ejercicio del poder porque es la base sobre la cual yo creo (el ciudadano) que esos funcionarios son los que deben ocupar ese cargo, pero la legitimidad no se decreta».

Al vacío de poder lo definió como «el ejercicio de facto, de imposición, que es lo que está ocurriendo ahora».

En cuanto al reconocimiento o no a nivel internacional a los dos grupos que se disputan el control del poder legislativo en Venezuela, Peraza no solamente afirmó que no existen tales méritos para el nuevo parlamento, sino también pone sus dudas «sobre el auto mandato que se dio la AN saliente, son intentos vanos».

El también vicerrector de la UCAB en Guayana, Bolívar, cuestionó de igual modo la falta de unidad y cohesión del llamado G4 de la oposición, refiriéndose a los 4 grandes partidos Acción Democrática, Voluntad Popular, Primero Justicia y un Nuevo Tiempo, «sobre esa propuesta de continuidad del parlamento».

Una continuidad que para el jurista «no tiene ningún rasgo de constitucionalidad, se puede recurrir al artículo 333 y decir que tengo que recuperar la institucionalidad y soy el único parlamento legítimamente electo, pero, insisto, el poder no es igual a la legitimidad».

Ve y siente que en este momento la oposición tiene la brújula perdida «totalmente, no veo que tenga un horizonte claro para dónde tiene que dirigirse, no digo que sea fácil hacerlo».

Advirtió que esa oposición desorientada y fragmentada «tiene que encarar el hecho de que este año hay elecciones de gobernadores y alcaldes».

Sin soslayar las diversas irregularidades que se denunciaron en el proceso electoral reciente, interpela que los grupos de oposición no están preparados «ni siquiera para unas elecciones de mediano plazo y lo que se ha visto son proclamas genéricas que a la población no le dicen nada, la gente no les hace caso, no escucha a la oposición».

¿Cuál es rol de la sociedad civil en esta coyuntura?

El catedrático respondió que lo que toca que hacer desde organizaciones y movimientos sociales es propiciar la apertura para oportunidades de diálogo entre la sociedad civil internacional y la interna, «en términos de temas importantes como derechos humanos, por ejemplo, tenemos que seguir presionando para que el gobierno entienda que debe tratar de regresar a cierto marco de institucionalidad».

Para Peraza esto significa, entre otras cosas, atribuirles las responsabilidades a quien corresponde.

En este plano alertó que no es cierto decir que la culpa de la situación actual económica es de los bloqueos internacionales.

«Yo tengo 20 años de gobierno y siempre la culpa es de otros, siempre se inventan una buena excusa para no asumir su responsabilidad».

Por esta razón es que apuesta a que la sociedad civil tiene que seguir exigiendo «pero de manera institucional y civil, en cumplimiento de las obligaciones por parte del Estado, y eso pasa por resolver el tema político, no hay solución económica si no hay solución política».

Invita a los ciudadanos forzar a los políticos «a encontrar soluciones razonables a esta crisis política si queremos tener un país medianamente productivo, con comida y trabajo».