No es costumbre ni práctica de esta columna, responder en lo personal a ninguna declaración del oficialismo, en respeto a la libertad de pensamiento y expresión; pero en este caso por ser una cuestión no solo de la conducción interna de la  industria petrolera; sino del medio ambiente, de la preservación de nuestras especies y de la responsabilidad internacional en que se incurre cuando el ciudadano coronel Pedro Tellechea, presidente – ministro de Petróleo, afirma en un foro en el estado Zulia “que la contaminación del lago de Maracaibo producto del derrame de crudo” es una “cuestión visual”: apreciación que vale responder por sus implicaciones en materia de política exterior.

El responder estas afirmaciones se hacen en nombre de los “derechos difusos y colectivos” de las especies que habitan en el lago; en este caso del pobre e indefenso Cormoran de la fotografía, para quien el baño de bitumen no es ninguna visión, así como para todo la fauna y especies lacustres y marítimas afectadas por los derrames petroleros

Técnicamente un derrame petrolero es un vertido de hidrocarburo que se produce debido a un accidente o práctica inadecuada que contamina el medio ambiente, terrestre o acuático. No es nuestro propósito cuestionar al ciudadano Coronel Presidente de una de las empresas que en el pasado fue una de las más exitosas en su performance como operadora; así como reconocida por su eficiencia, al registrar uno de los índices más bajos en cuanto a accidentes laborales y derrames petroleros.

Al contrario de lo afirmado, los derrames de petróleo no son una cuestión visual ni un espejismo. Ellos son uno de los hechos más graves de cualquier actividad off shore o accidente naval. Las declaraciones del presidente de Pdvsa deben prender las alertas sobre las desastrosas implicaciones de considerar los derrames como algo visual para el medio ambiente con un accidente de este tipo.

No es como se afirma que un vertido de petróleo no causa alteraciones en los ecosistemas lacustres y marinos que tardan décadas en recuperarse, con tres estadios a valorar: el inmediato con la creación de una película sobre la superficie acuática que impide la entrada de la luz, impidiendo que las algas realicen la fotosíntesis; por otro lado, la propia toxicidad del crudo puede llevar a la muerte por envenenamiento de muchos organismos y, finalmente, a largo plazo, el derrame altera la cadena de alimentación. Si las algas desaparecen, los animales lo tendrán difícil para sobrevivir. La propia toxicidad del crudo interrumpe la cadena trófica en el proceso de transferencia de sustancias nutritivas a través de las diferentes especies de una comunidad biológica, en la cual cada una se alimenta de la precedente y es alimento de la siguiente. La verdad no entendemos como se afirma que “el [petróleo] no hace ningún tipo de descomposición en el lago de Maracaibo”.

En mi paso por la Embajada en Colombia una gran cantidad de las notas de protestas era por la contaminación del lago de Maracaibo por causa de las voladuras de los oleoductos de Ecopetrol, por el ELN, debido a que como Venezuela se encuentra aguas abajo, siendo los principales damnificados la pesca artesanal, la industria camaronera, la fauna y la flora del lugar. Como se ha explicado, cuando los peces se envenenan al consumir presas con crudo, toda la cadena trófica queda afectada pudiendo afectar, incluso, al ser humano. Además, para mayor información, los hidrocarburos destruyen los huevos o producen crías con malformaciones.

Las consideraciones del señor presidente son altanamente preocupantes y se alinean con mi artículo de la semana pasada intitulado “La contrapolítica” al gobierno por sus propios funcionarios.

El pasado 09AGTl los Estados Parte en el Tratado de Cooperación Amazónica (TCA), se reunieron en la ciudad de Belém do Pará, dejando claro en su tercer considerando su convencimiento sobre la crisis climática, la pérdida de biodiversidad, y la contaminación del agua, así como en sus 113 objetivos se refirieron a la contaminación por hidrocarburos: en el 53 el compromiso fue fortalecer las áreas acuáticas y terrestres degradadas por la contaminación; en el 58 el compromiso de los gobiernos para promover la sostenibilidad de la pesca artesanal, la calidad de los peces, con especial atención a la contaminación por actividades económicas y descargas de residuos y el 81, adoptar medidas urgentes para conciliar las actividades económicas con el objetivo de eliminar la contaminación del aire, de los suelos y del agua

Desde esta columna entendemos que la experticia del señor coronel presidente de Pdvsa, los temas ambientales no son su fuerte, pero la Cancillería como guardiana de los compromisos internacionales ha asumido seriamente esta responsabilidad. El pasado 11NOV22, en la Cumbre del Clima en Egipto, entre los temas abordados estuvieron el agua y la contaminación, firmándose sin reservas la Declaración Final. La semana pasada en la Cumbre de Belém, Venezuela representada por la vicepresidente, la República ratificó sus compromisos en la defensa del medio ambiente, por lo tanto señor ministro-presidente, nuestra recomendación es: cambie de asesor en materia ambiental y medio ambiente, porque lo hacen quedar muy mal y pone en entredicho la imagen del país.

Gerson Revanales es internacionalista y profesor universitario. @grevanales

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