Yanitza Balza tiene dos niños: Angel David y Juan Andrés; Nora Contreras a María Melania y José; y Ana Sol Rangel tiene a Edian y Samuel. Ella son tres madres merideñas que, en medio de las circunstancias, llevan adelante el proceso educativo de sus chamos.
En el caso de Yanitza, ella cuenta que ha sido una experiencia positiva, aunque verdadero un reto. Lo hace porque cree que hacer un hábito de estudio garantiza el éxito.
“Mi experiencia como tal, cuando se trata de hacer las actividades en casa, es el apoyo y la comprensión que se le puede dar indispensablemente a cualquiera de los dos en sus diferentes etapas. Recordemos que debemos crear un hábito en casa, en la parte de estudios, de juegos y de higiene personal y tratar de no siempre saturarlos tanto al momento de hacer las actividades”, opinó Yanitza.
Para Nora, el apoyo en casa pasa por reforzar a diario sobre todo la lectura y la ortografía. Ella cree que como se lee se escribe.
“En casa acompañamos a nuestros hijos en la elaboración de sus tareas enviadas por su docente de aula. Hacemos énfasis en la ortografía, en que sus lecturas sean fluidas y que comprendan además lo que leen, que no sea un copie y un pegue, sino que tengan una comprensión de esa lectura ya sea que la plasmen en dos o cinco líneas. La escritura y la lectura se debe practicar a diario, porque en la medida que yo lea mejor, mi ortografía va a mejorar, como leo escribo”, comentó Nora.
En el caso de Ana, ella cree que la fluidez y la comprensión tanto para lectura y las matemáticas se obtiene trabajando a diario con los muchachos y colocando ejemplos prácticos.
“Las materias en la que mis niños se han desarrollado más o que tienen más habilidad para trabajar son con los contenidos matemáticos. En esta área ellos tienen más facilidad en la comprensión y el de desarrollo. Con la lectura la hemos trabajado diariamente. En el caso de mi hijo de sexto grado, él está trabajando la fluidez y la comprensión de la misma. Con el de preescolar se está trabajando los sonidos para que él se inicie en esa parte de la lectura y la escritura”, relató.
Aprender con juegos
Un ejemplo de cómo aprender a través de un juego de mesa, lo relató Yanitza. Ella cuenta como por medio de esa actividad lúdica, su niño reforzó su aprendizaje.
“Por ejemplo con Juan, para que él aprendiera a leer y escribir en casa, yo apliqué la dinámica de jugar con el scrable junior. Con ese juego él fue mirando las piezas, cuál era la letra, cómo se formaban las palabras y en ese método él empezó a leer y escribir”, dijo.
Mientras tanto, Nora recuerda que si bien los padres no cuenta con las herramientas de los docentes de aula, ellos pueden acompañar y ser parte del proceso de enseñanza-aprendizaje.
“Actualmente por la situación país hay que hacer más énfasis con los niños en casa, aun cuando recordemos que los padres no tenemos la pedagogía que tiene un docente, porque para eso se preparó. No debemos bajar la guardia, debemos acompañarlos, estar pendiente. En la escuela se debe reforzar los valores que nosotros damos en casa, el acompañamiento tiene que ser constante”, opinó Nora.
Adaptarse
Ana indicó que, a raíz del cambio de horario de los maestros, le ha tocado de reforzar otras áreas de conocimiento a parte de la lectura y las matemáticas.
“Nos hemos visto en la necesidad de trabajar otros contenidos con nuestros niños por la situación que estamos viviendo con respecto al horario laboral de los docentes que ha sido reducido. Hemos trabajo el tema de las ciencias naturales e incluso las habilidades deportivas”, dijo.
Las madres merideñas opinan al unísono que el apoyo en casa es esencial para que las niñas y los niños alcancen las metas propuestas. La casa debe convertirse en ese espacio que permita una puesta en práctica de los conocimientos presentados en el colegio.
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