Durante la celebración de la Fitven 2021, el presidente de la República, Nicolás Maduro, pidió a los empresarios construir hoteles cinco estrellas para los turistas que vendrán el próximo año al país.
«Hagan sus cálculos a tiempo, no vaya a ser que en tres años sea tarde. Venezuela está lista para recibir en las mejores condiciones todas las inversiones que se quieran hacer en el país, para la recepción de turismo en condiciones especiales (…) Vayan pensando en construir más hoteles cinco estrellas en Venezuela, porque vienen muchos turistas de la China, de Turquía, de Rusia, de Estados Unidos», expresó el mandatario.
El presidente también aseguró que el país tiene la Ley Antibloqueo que «garantiza todas las condiciones a los inversionistas».
Maduro puso a disposición de los inversionistas a la Isla La Tortuga, de la cual dijo que «está virgen» para invertir y hacer un turismo ecológico, sustentable, feliz y adaptable a la cultura.
Turismo sí, pero ¿y la salud?
El martes 16 de noviembre, cinco días antes de las elecciones regionales y locales, el jefe de Estado anunció un plan para retomar el servicio de trasplantes en Venezuela.
En cadena nacional de radio y televisión Maduro dijo: «Vamos a retomar el tema de los trasplantes que se ha visto tan afectado por el bloqueo. El servicio de trasplantes ha sido uno de los más afectados a causa del bloqueo financiero impuesto por Estados Unidos a Venezuela en los últimos años».
Un día después, el doctor David Arana hijo, jefe de la unidad de trasplante del Hospital Militar «Carlos Arvelo», en Caracas, informó que este hospital funcionará como centro piloto para retomar los trasplantes renales de vivo a vivo en el país.
Según Arana se proponen unas 20 cirugías para pacientes en diálisis, con donantes vivos.
Sin embargo, luego de estas declaraciones no se ha vuelto a hablar más del tema.
Defensores de derechos humanos como Francisco Valencia, director de la organización Codevida, temen que la propuesta se quede como una oferta electoral.
