El presidente de la República, Nicolás Maduro, presentó el domingo 24 de enero el medicamento Carvativir, el cual neutralizaría el COVID-19 en un 100% al ingerirse cada cuatro horas.
«Habiendo recibido el permiso sanitario oficial del país, puedo presentar la medicina que neutraliza el 100% del Coronavirus, el Carvativir, mejor conocido como las gotitas milagrosas de José Gregorio Hernández», dijo Maduro en una alocución televisada.
Este tratamiento, explicó, es producto de estudios clínicos, científicos y biológicos que se extendieron durante nueve meses e incluyeron experimentación en enfermos, moderados y graves, quienes siempre, de acuerdo con el jefe de Estado, se recuperaron de la enfermedad gracias a estas gotas.
«Diez gotitas debajo de la lengua, cada cuatro horas, y el milagro se hace, es un poderoso antiviral, muy poderoso que neutraliza el Coronavirus», insistió Maduro, para luego señalar que todo lo relacionado con este producto «se va a publicar en revistas internacionales».
El Carvativir, prosiguió, es una medicina «totalmente inocua», pues «no tiene ningún efecto secundario ni negativo», o al menos así lo demuestran los «experimentos masivos» que se hicieron en Venezuela.
La palabra final es de la OMS
El gobernante dijo que esta semana iniciará la «producción masiva» del medicamento y el gobierno prevé establecer un sistema de distribución directa en todos los hospitales y centros de salud del país.
Además, prevé exportar miles de dosis de Carvativir a los países que con Venezuela integran el bloque ALBA-TCP (Cuba, Nicaragua, Bolivia, Haití y otras naciones caribeñas) y comercializarlo con otros con los que mantiene una «relación estratégica», aunque no mencionó ninguno.
Añadió que la vicepresidenta Delcy Rodríguez entregará toda la información al director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, «para que conozca y certifique este poderoso antiviral».
Infectólogos consultados por Radio Fe y Alegría Noticias aseguraron que para que un medicamento lo certifique la OMS como antiviral, debe pasar por varias fases de experimentación y someterse a rigurosos estudios científicos.