Los manifestantes que pedían la renuncia del presidente de Bielorrusia marcharon este jueves por la capital de Minsk, en lo que sería la primera participación considerable de manifestantes, desde que las protestas sacudieron el país el año pasado.
Los personas marcharon por grupos, entrando por patios y calles; en una táctica para evitar arrestos a gran escala como los de las masivas manifestaciones de 2020, algunas de las cuales se acercaron a 200 mil personas.
La policía estableció una fuerte presencia en el centro de Minsk este jueves y desplegó cañones de agua. Los videos en las redes sociales mostraron a la policía arrestando a personas con banderas rojas y blancas que son un emblema de la oposición al presidente Alexander Lukashenko.
Por otro lado la organización de derechos humanos Viasna dijo que la policía detuvo al menos a 52 personas.
Lukashenko, a menudo caracterizado como el último dictador de Europa, ha reprimido fuertemente a la oposición y a los medios de comunicación independientes durante 26 años como presidente.
Las protestas que estallaron en agosto después de una elección disputada que le otorgó un sexto mandato en el cargo fueron la muestra de oposición más grande y persistente que ha visto la ex república soviética.
A su vez la líder de la oposición, Sviatlana Tsikhanouskaya, que se postuló contra Lukashenko y luego huyó al exilio en Lituania después de las elecciones, ha pedido a los bielorrusos que inicien una nueva ola de protestas.
Por su parte, la embajada de Estados Unidos pidió a las autoridades bielorrusas que detuvieran la represión, diciendo que «Estados Unidos felicita al pueblo de Bielorrusia por el aniversario del 25 de marzo y espera con ansias el día en que el pueblo de Bielorrusia defina su propio futuro».
Con información: Ap
