Maturín, la ciudad distinta, cumple 260 años negada a perder su encanto

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Cortesía

A lo largo de la avenida Orinoco, una de las arterias viales más transitadas de Maturín, no funcionan los semáforos. Pese a las constantes denuncias, no hay respuesta por parte de las autoridades. En los últimos dos meses dos semáforos han colapsado, uno cayó sobre una unidad de transporte.

Así, en medio de esta primera escenografía, «la ciudad distinta» cumple sus 260 años negada a perder sus encanto y su verdor.

Basura por doquier

También conocida como  la ciudad jardín del oriente venezolano es hoy una de las metrópolis venezolanas con mayor colapso de basura en las calles del centro y sectores comerciales.

Las comunidades populares y urbanismos también sufren por la falta de recolección de desechos sólidos y desperdicios.

Sin gas doméstico y sin árboles

El rosario de problemas que vive la capital del estado Monagas prosigue con la crisis del gas doméstico.  

Este año 2020 la situación de la pandemia por la COVID-19 ha dejado en evidencia el deterioro de servicios básicos. Y este servicio ha sido uno de los que más protagonismo y más protestas ha registrado en la capital petrolera.

Maturín apenas está dando los primeros pasos para la gasificación directa a los hogares mientras el clamor popular de sus ciudadanos se hace sentir en las protestas de calles y trancas de vías.

Una situación que se combina con la tala de árboles de forma indiscriminada, para conseguir leña, y que le ha ido robando a la ciudad de Maturín su verdor.

Ambientalistas y comunidad han hecho público los últimos seis años su rechazo a la tala de árboles emblemáticos y de alto valor natural para el ecosistema.

Su gente

Maturín es una ciudad con numerosas plazas y parques. El gentilicio de sus maravillosos ciudadanos es risueño, espontáneo, con su particular golpe de voz, tan característico del oriental.

Es común que la gente se siente en el frente o porche a compartir tertulias. El historiador y cronista de la ciudad Dionisio Núñez atesora imágenes como la de donde rememora las buenas conversas entre amigos, una tarde cualquiera ideal para coger el fresco.

Personajes y emblemas para la historia

Ramona Call es una enfermera que en bicicleta llevaba las vacunas a cada poblado y caserío de la «ciudad distinta». Muchos no conocen su valor y contribución histórica pero esta dama hizo mucho por la atención sanitaria de mujeres y niños de la sultana del Guarapiche y promovió de forma incansable la lucha contra la erradicación de la malaria hacia los años 50.

Arte en deterioro. En 1952 la estatua en bronce del general Francisco de Miranda llegó para engalanar a la ciudad de Maturín con su imponente figura. Fue instalada en la plaza Miranda, cerca del Complejo Cultural de Maturín.

Esta reliquia histórica junto a la destrucción y vandalismo de 8 bustos de próceres independentistas ya no engalanan las adyacencias del parque La Guaricha y representan una pérdida patrimonial y de identidad para las futuras generaciones.

La Catedral Nuestra Señora del Carmen, su joya arquitectónica, muestra en su imagen área su forma de cruz. Es una de las iglesias más grandes y mejor decoradas. Sus frescos, vitrales y cúpula que refracta la luz solar son una maravilla de las construcciones modernas.

Es, después de la basílica de Nuestra Señora de Guadalupe en México, la más alta de Latinoamérica.

Un pulmón vegetal y un refugio de numerosas aves, lugar de esparcimiento de las familias es el parque La Guarciha.

Hoy en día muestra el claro abandono de las autoridades municipales, sus espacios hoy no brillan de verdor, los animales se muestran descuidados y ha disminuido significativamente el número de animales en refugio.