En medio de la crisis del combustible en Venezuela, los conductores merideños esperan entre cuatro y ocho días para poder abastecerse.
Diariamente más de 500 vehículos se observan en las colas mientras los usuarios deben cargarse de paciencia y resignación para soportar los días de espera.
A Albeiro Dávila, taxista y padre de familia abordado por Radio Fe y Alegría Noticias, le ha tocado esperar cuatro días para «tanquear» su vehículo.
La espera de Dávila implica dejar de trabajar y sin producir el ingreso económico necesario para poder llevar el alimento al hogar.
Los taxistas trabajan a medias durante dos días a la semana porque solo les surten 45 litros cada cuatro días que tampoco les permiten cubrir rutas largas.
A juicio de los taxistas, este sector también debe ser priorizado porque de cada jornada de trabajo frente al volante dependen familias enteras.
Por otra parte, quienes movilizan productos agrícolas también se han visto vulnerados ante las limitaciones de la venta de gasolina. Esto les impide colocar sus productos en el centro de la capital merideña.