Unas 70 personas que se encuentran alojadas en el PASI Yanama, municipio Guajira, estado Zulia, llevan dos días consecutivos trancando la carretera binacional como forma de reclamo por las condiciones precarias del refugio.
Los retornados denuncian que llevan más de 45 días a la espera de ser trasladados a sus regiones de origen. Pero ante la negativa de las autoridades decidieron cerrar la vía con la intención de exigir una pronta respuesta a sus demandas.
También confiesan que las familias albergadas sufren por las condiciones deficientes en las que se encuentran dentro del puesto de atención.
Señalan que les ha tocado salir de emergencia por casos de salud. Recientemente una niña convulsionó y en la espera de una ambulancia los padres se vieron obligados a salir en horas de la noche para buscar ayuda.
Igualmente mencionan que ya tienen en su manos los resultados de sus pruebas de la COVID-19 en las que salen negativos y aún así mucho tiempo a la espera de ser trasladados.
“Tenemos una alimentación muy mala, comemos puro grano y agua salada… llevo 45 días presa sin haber matado a nadie, ayer nos mintieron, nos dijeron que nos sacarían hoy (martes) y nadie nos ha visitado, allí hablamos con los funcionarios de la Guardia que nos dijeron que debíamos levantar el paro y que llevaría, nuestra petición” así lo denuncio María Borges.
En esta zona de la frontera las condiciones de los PASI son precarias. El agua potable es un mito dentro de las comunidades ya que no ha tenido solución por parte de las autoridades municipales.
Los venezolanos que pasan más de 45 días soportan la oscuridad, zancudos y el deterioro de su salud.
Funcionarios de la GNB trataron de dialogar para levantar el paro que mantenía desde hace dos días los migrantes. Les prometieron diligenciar su traslado ya que esta situación afecta a los niños que sufren del estómago y de la piel.
