Misión de la ONU envió 23 cartas y el Gobierno no respondió ninguna

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Misión de la ONU- Consejo de derechos humanos de la ONU
Foto: Refereencial.

La Misión Internacional Independiente de determinación de los hechos sobre Venezuela de las Naciones Unidas envió 23 cartas al Gobierno de Venezuela y éste no respondió ninguna, asomando su falta de cooperación para la observación internacional, según comentó la presidenta de la oficina en Washington para Asuntos Latinoamericanos (WOLA, por sus siglas en inglés), Carolina Jiménez Sandoval.

La defensora de los derechos humanos considera que la falta de cooperación de Venezuela y los más de 6.8 millones de migrantes venezolanos, alcanza para que el país sean visto a nivel internacional “como un país donde ocurren violaciones de derechos humanos muy graves de forma generalizada”.

“La misión ni siquiera ha podido entrar al país. Llevaron 23 cartas al Gobierno venezolano pidiendo reuniones e información y no responden. Ignoran por completo los informes y las recomendaciones”, sentenció en una entrevista ofrecida a Radio Fe y Alegría Noticias para el programa De Primera Mano.

“Si pensamos en algún país que tenga una Misión de Determinación de Hechos o una Comisión de investigación nombrada por el Consejo de Derechos Humanos de la ONU son pocos. Y Venezuela tiene una Misión”, agregó.

¿Cuál es el fin de la Misión?

La presidenta de WOLA explicó que justamente el propósito final de los informes sobre Venezuela va más allá de solo denunciar y hacer justicia a las víctimas de violaciones de derechos humanos. Para la sociedad civil el caso de Venezuela tiene el fin de que pueda ser aprovechado por los países para promover la prevención de la violación de derechos humanos. 

La justicia es parte de lo que se quiere lograr con la observación internacional y para Jiménez Sandoval hay un avance significativo, pues en este tercer informe de la Misión se presenta un proceso de culminación de recaudación de información y de fuerte análisis jurídico de la evidencia disponible con la conclusión de que en Venezuela se han cometido crímenes de lesa humanidad. Además, tiene un peso importante porque ahora lo dice un mecanismo creado por el principal órgano de las Naciones Unidas: el Consejo de Derechos Humanos.

“Ha sido un informe muy contundente, por eso el llamado de la sociedad civil para que se renueve el mandato que está por concluir (de la Misión)”, comentó.

¿Renovarán el mandato de la Misión de la ONU?

Jiménez Sandoval consideró que hay en general un apoyo de parte de la comunidad internacional a la existencia misma de la Misión y continuación de su mandato. 

Pero la renovación depende de un proceso de votación de la Asamblea General de la ONU, que la integran 47 países de los más de 200 que conforman las Naciones Unidas. Y entre esos países que votan están Venezuela, Cuba y otros aliados del Gobierno, que se espera voten en contra de la renovación del mandato, dijo la defensora. “Sabemos que el gobierno venezolano ha insistido para que no se promueva esta renovación”.

A pesar de los votos negativos, las organizaciones de la sociedad civil confían “en que la mayoría de los países renovarán de forma efectiva el mandato de la Misión”.

Para que esta votación se realice, un grupo de países debe presentar una resolución, la cual ya el gobierno de Canadá adelantó y presentó junto a Paraguay, Brasil y otros países que no están en el Consejo. “Han generado un proyecto de resolución que será sometido al proceso de votación”, indicó.

Venezuela no vive un conflicto bélico

Jiménez Sandoval también hizo la acotación de que Venezuela a diferencia de Siria es un país que no vive un conflicto armado; sin embargo, tiene una crisis de refugiados generada por un contexto de Emergencia Humanitaria Compleja y una crisis de derechos humanos muy profunda.

“El hecho de que haya más de 6.8 millones de venezolanos (según los datos de Naciones Unidas) fuera de un país que no vive una agresión armada externa, ni tiene un conflicto armado interno da cuenta de que la situación venezolana es tremendamente crítica; no solo en su aspecto humanitario, sino en su aspecto de respeto de libertades civiles y servicios democráticos. No hay otro país en Las Américas que tenga un éxodo en esa magnitud en un periodo tan corto. Y tampoco se conoce de otro país donde una investigación demuestra que la cadena de mando en temas de represión te lleve directo a las más altas autoridades.”, afirmó la presidenta de WOLA.

Finalmente, expuso que ningún país tiene un récord perfecto en materia de derechos humanos, pero es de preocuparse cuando la violación de derechos humanos se da de forma muy masiva en algún país.