Este lunes 16 de noviembre la empresa estadounidense Moderna anunció que la vacuna que ensaya contra la COVID-19 es 94,5% eficaz y la catalogó como una de las más avanzadas del mundo. Asegura que hasta los momentos no ha detectado ninguna irregularidad entre los vacunados.
El anuncio de Moderna compite con el hecho por su homóloga Pfizer días atrás, que aseguraba que su vacuna supera el 90% de eficacia.
El ensayo de Moderna se aplica en 30 mil personas en colaboración con los Institutos Nacionales de la Salud de EE UU.
Quince mil de los participantes han recibido la vacuna y la otra mitad una inyección de agua con sales como placebo. El primer análisis se ha realizado tras detectar 95 infecciones sintomáticas de COVID-19.
La compañía destaca que su ensayo incluye a 7.000 personas mayores de 65 años y a otras 5.000 menores de esa edad, pero con enfermedades crónicas vinculadas a un mayor riesgo de covid grave, como la diabetes, la obesidad y las patologías cardiacas.
El 42% de los participantes son de grupos de riesgo. “Esto sugeriría que la vacuna también es efectiva en los más vulnerables, algo que Pfizer aún no ha confirmado”, opina la viróloga Isabel Sola, codirectora de otra vacuna experimental contra la COVID-19 en el Centro Nacional de Biotecnología, en Madrid.
Mientras se certifican científicamente su eficacia mediante aval de la OMS, Moderna prepara una solicitud al gobierno de los Estados Unidos un permiso para «su uso de emergencia».
Espera antes de terminar este 2020 producir unas 20 millones de dosis para ser aplicadas por un costo que estaría alrededor de los 25 dólares.
Con información de agencias internacionales.
