Este martes 7 de enero los obispos y arzobispos de Venezuela instalaron la Asamblea número 43 de su período anual 2020. La congregación se extenderá hasta el sábado 12.
El obispo de San Cristóbal Mario Moronta leyó las palabras de apertura en nombre del presidente de la Conferencia Episcopal Venezolana, monseñor José Luis Azuaje, quien no pudo asistir por razones de salud.
En la tercera parte del texto se destaca la descripción de la actual crisis política y social venezolana como una situación «moralmente intolerable».
Azuaje agrega que ese sufrimiento del pueblo venezolano se debe al «fruto de una violencia institucionalizada, física, psíquica y moral: por la represión directa; por palabra mendaz y manipuladora; por la presión de la coacción y el chantaje practicados a los desafectos; por no compartir opinión o por sospecha de querer cambiar de proyecto o tener que emigrar para salvaguardar su integridad o el futuro de los suyos».
A esta violencia, según él, corresponde decir «¡basta ya!».
En el ámbito de la responsabilida invita al “compromiso” como cristianos y como Iglesia, de ser puentes, es decir, artífices de cambio en consonancia con nuestra responsabilidad bautismal y el lema de que “a grandes males grandes remedios».
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