Los miércoles se abastecen los motorizados en el surtidor del malecón Mánamo de Tucupita.
Varios motorizados han cuestionado las presuntas actitudes hostiles de militares que mantienen el control de las estaciones de servicio en Tucupita. Además de que persiste el racionamiento de carburante, ahora afirman lidiar con las agresiones.
Los propietarios de vehículos han cuestionado el servicio de combustible en las estaciones de servicio de la capital deltana, desde que se asumió el sistema denominado “pico y placa”.
Juan Pérez, consultado respecto en torno a esta modalidad, dijo que la situación sigue siendo “pésima”, debido a la poca cantidad de combustible que les surten. Además, varias personas que aguardaban por surtirse, denunciaron ser agredidos verbalmente por militares que custodian la bomba.
“Bueno, van a echar gasolina hasta el mediodía y cierran la bomba, y la gasolina que queda es para nosotros, así nos dicen”, es lo que les dicen los efectivos de seguridad a los deltanos en la cola, aseguró Pérez.