Leonelys Salazar, quien vive en Tucupita, denunció que fue torturada en la sede del Comando Nacional Antiextorsión y Secuestro (CONAS). Según su relato, el hecho ocurrió este jueves 28 de octubre entre las 11:00 am y 8:00 pm.
Salazar detalló que cuatro funcionarios del CONAS, todos del sexo masculino, la sometieron y aplicaron prácticas violatorias de los derechos humanos y de los derechos de la mujer a una vida libre de violencia.
«Uno me golpeada la cabeza, otro me tenía agarrada por la manos, y otro me ponía una bolsa en la cabeza. Como cinco veces me morí», dijo Leonelys Salazar a Radio Fe y Alegría Noticias.
De acuerdo con la víctima, fue trasladada hasta la sede de esta división de la GNB Tucupita con el argumento de ser investigada por un supuesto robo de un celular. Una vez que arribaron al comando, iniciaron un interrogatorio que, según ella, terminó con torturas.
Salazar también denunció que durante la agresión, los funcionarios llegaron a arrodillarse sobre su espalda, impidiéndole respirar.
La mujer mostró algunas muestras de los maltratos. Las muñecas evidenciaron marcas de la esposa que le colocaron con un cartón para tapar las marcas más evidentes.
En el cuero cabelludo mostró varias contusiones a consecuencia de golpes infringidas por los funcionarios, mientras que en la espalda también habían muestras del sometimiento.
El robo del teléfono habría ocurrido el 10 de septiembre, pero el hecho no había sido objeto de investigación.
Para la víctima es una «excusa». No existe una explicación que sustente esta actuación por un robo ocurrido hace más de un mes atrás.
«Ahora temo por mi vida»
En principio, Salazar fue llevada por una investigación por robo de un celular, y luego los funcionarios giraron el caso hacia «las drogas».
Leonelys Salazar, afirmó que luego de esta experiencia teme por su vida porque los funcionarios aseguraron que «le sembrarían drogas o armas», en caso de que haga algún tipo de reclamo.
Además de la tortura, también fue obligada a informar sobre distribuidores de drogas en sus sector, hecho que según la víctima no conoce.