La abogada y coordinadora de la organización Mulier, dedicada a la promoción y defensa de los derechos de la mujer, Estefanía Mendoza, expresó que la principal exigencia de las mujeres venezolanas es la plena garantía de sus derechos humanos, en especial en un contexto de Emergencia Humanitaria Compleja que atraviesa el país.
Mendoza indicó que este 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se unieron alrededor de 70 organizaciones dedicadas a la defensa de los derechos de la mujer para dar a conocer «8 iniciativas por las mujeres», donde agruparon las principales preocupaciones que tienen las mujeres que pueden ser abordadas por el Estado, las ONG de derechos humanos y la ONU para garantizar sus derechos.
«Por ejemplo, llevar data desagregada sobre lo que está pasando con los femicidios, con la trata de personas, con la violencia que enfrentan las mujeres. Hay muchos aspectos donde necesitamos más garantías de derechos», dijo.
Asimismo, manifestó a Radio Fe y Alegría Noticias que es necesario que se realicen acciones concretas para que cuando llegue el 8 de marzo «se celebre realmente algo».
Violación de DDHH
Mendoza destacó que las mujeres venezolanas viven en una situación «muy retadora», comenzando con el derecho a la vida cuando se registraron 239 femicidios en el 2021, de acuerdo con el Centro de Justicia y Paz, un número que ha venido creciendo desde el 2016.
«Esto es una situación que nos muestra que hay una expresión terrible de la violencia machista que afecta a mujeres, niñas y adolescentes», expresó.
Expresó que uno de los problemas que requieren ser abordados es la salud sexual y reproductiva por la falta de recursos en el sistema público. «La mayoría de las mujeres históricamente acude a los hospitales y ambulatorios donde, si no consiguen respuesta, no poseen la capacidad económica para costearlo».
Por otro lado, resaltó que durante los últimos años la salud mental de la mujer ha sido afectada, especialmente por la pandemia de la COVID-19.
«No solo es la preocupación de no enfermarse, sino también el resguardar la familia, que los niños estén entretenidos, ayudarlos en su educación aún cuando no se tengan las condiciones o asegurar tener comida en la mesa», indicó
Resaltó que uno de los aspectos que generó la COVID-19 en el mundo fue lo que llamó la ONU como «La Pandemia de la sombra», porque fue un momento en el que se registró un aumento de la violencia en los hogares.
Finalmente incentivó a seguir en la lucha en la búsqueda de sensibilidad en este tema, visibilizar el problema y seguir avanzando en las soluciones.