Nabarima, entre rumores de hundimiento y desmentidos oficiales

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Nabarima, el buque petrolero de bandera venezolana que se encuentra anclado en laguas del Golfo de Paria, estado Sucre ha sido noticia en los últimos días.

A inicios de septiembre la prensa nacional difundió informaciones de sus presuntas malas condiciones que ponían en riesgo una carga de un millón de barriles de crudo que hasta mediados de octubre mantiene en sus tanques, y que representarían un potencial peligro de contaminación ambiental.

La información fue refutada por el Ministerio del   Poder Popular de Petróleo que, mediante comunicado, aseguró que tal riesgo de hundimiento por daños en el tanquero no existen.

Pedido de inspección sin respuesta

Ante la insistencia de las publicaciones de los medios venezolanos, que aseguraban que el tanquero corría un serio peligro de hundirse, el gobierno de Trinidad y Tobago solicitó el 21 de septiembre una inspección mediante un pedido oficial al gobierno de Venezuela.

Sin embargo, el gobierno de Nicolás Maduro no ha respondido a la petición del gobierno trinitense, por lo menos hasta este 16 de octubre.

Por su parte, la empresa italiana ENI, dueña del 26% de las acciones del campo petrolero Petrosucre, ha dicho que espera por una autorización del gobierno de EE.UU para “drenar” el crudo que almacena el buque, para evitar de esta manera los efectos de las sanciones.

“En las últimas semanas hemos presentado una propuesta técnica de vanguardia a Pdvsa”, dijo ENI a Argus Media.

ENI es una empresa que opera de manera conjunta con Petróleos de Venezuela, pero las acciones mayoritarias pertenecen a la empresa estatal venezolana.

El Nabarima tiene una capacidad de hasta 1 millón 300 mil barriles de crudo. Ha estado amarrado en el campo costa afuera Corocoro, en el Golfo de Paria, durante 10 años.

¿Al borde del desastre?

 Este 16 de octubre, una imagen difundida por el observatorio de conflictos mundiales en su cuenta de Twitter, muestra una foto del buque Nabarima peligrosamente desalineado.

En caso de ocurrir  el hundimiento representaría un desastre ecológico de talla internacional que afectaría a Venezuela, Guyana y Trinidad.