No es broma, es violencia

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Unicef

La Organización de Naciones Unidas para la Infancia, Unicef, ha desplegado toda una campaña en el marco del Día Internacional de la Mujer, bautizada «No es broma, es Violencia» que busca visibilizar y sensibilizar sobre la vulnerabilidad de las niñas y mujeres frente a la violencia, la corresponsabilidad del Estado, la sociedad, las familias y cada persona en la prevención y atención de la violencia.

Por ello, Bárbara Cervantes, responsable de Género en la organización conversó con Radio Fe y Alegría Noticias y reveló que desde el 2020, año de la pandemia la COVID-19, iniciaron esta campaña con el propósito de mostrarle a los venezolanos cuál es el impacto que tiene el uso de diferentes chistes, bromas, vocabularios, lenguaje «que usamos todos los días y su relación con la violencia en contra de niñas y mujeres».

Cervantes alerta que en Venezuela las bromas, los chistes, los relatos de supuesto «buen humor» son bastante frecuentes en los hogares, en espacios de encuentro entre jóvenes, en las escuelas (cuando han estado abiertas), ambientes laborales, colas para la gasolina, lo cual muchas veces «no estamos concientes del nivel de agresividad que transmitimos con un chiste como «gritas como niña» y otras expresiones».

Para la activista el problema con este tipo de lenguaje «es que son formas de normalizar el machismo, la violencia en contra de las mujeres y es que, por sutil que parezca, incluso mensajes de publicidad, estamos generando un ambiente que fomenta la violencia porque estamos validando la desigualdad y la discriminación».

Sobre esta dinámica social, muchas veces inadvertida, dijo que también se estaría «normalizando» la subordinación de mujeres y niñas «y se les vea como inferiores en la sociedad, y en el concepto de las relaciones sociales al momento en el que tú deshumanizas a un grupo es mucho más fácil que se le maltrate».

¿Qué tiene la campaña?

La delegada de Unicef en este ámbito para Venezuela describió lo que contiene y cómo está estructurada esta campaña que ha sido relanzada para este 2021.

En ese sentido, explicó que la misma tiene diferentes vertientes y modalidades para hacer «bulla» en todo el país a través de los medios de comunicación, redes sociales y la distribución de material impreso en las ciudades, al momento en el que las circunstancias de movilidad así lo permitan.

La idea es que los contenidos de la campaña «ayuden a la gente a cuestionarse y a preguntarse el por qué estamos sufriendo esto, investigar y fomentar ambientes libres de un lenguaje agresivo, lleno de machismo, en toda nuestra sociedad y cuidar, sobre todo, a nuestros niños, niñas y adolescentes que absorben todo ese lenguaje».

Aunque admitió que la cultura machista y patriarcal está instaurada en Venezuela y cuesta mucho superarla, Cervantes también invita a creer que «no es imposible superarla, por eso es importante empezar desde casa a romper esos roles que son dañinos como el hecho de decir que solo hay tareas de niñas para niñas, que solo hay tareas para niños hombres, es cuestión de reconocer la igualdad, de reconocer que tienen las mismas capacidades, los mismos derechos y enseñarles con el ejemplo».

También propuso animar a las niñas y adolescentes a que sepan que «no hay límites en su desarrollo, que no solo por ser niñas o adolescentes deben estar encadenadas a un rol específico».

Y sobre los niños dijo que «también es importante no seguirles diciendo que no lloren como niñas porque estaríamos bloqueando su desarrollo emocional y eso tiene consecuencias importantes en su vida adulta».

Para continuar alertas

Esta estigmatización a través de las palabras supuestamente llenas de humo puede haberse visto potenciada por la pandemia de la COVID-19. Las medidas prevención del virus, sitúan a las mujeres, las adolescentes y niñas en un mayor riesgo de contagio del virus al igual que aumenta su riesgo a sufrir alguna forma de violencia, y a la estigmatización.

En su respuesta para la protección de la niñez, UNICEF cuenta con un equipo de especialistas enfocado en trabajar con sus socios en terreno, gobierno nacional, gobiernos locales y regionales, sociedad civil y otras instituciones para dar respuesta a las necesidades de protección de la niñez, especialmente durante la contingencia por la pandemia, con acciones que incluyen dotación de equipo de protección al personal en la primera línea de respuesta que atiende las situaciones de violencia de la niñez, así como la rehabilitación de los espacios para atención de casos.