“No fue cualquier objeto que se robaron, es un niño”

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Cada día que pasa los familiares de Gael se aferran aún más en su búsqueda. Foto: Rossana Mosquera.

Van 20 meses desde que Jael Isaac Rivas Sánchez fue robado del Instituto Autónomo Hospital Universitario de Los Andes en Mérida. Sus familiares dicen que no fue cualquier objeto que se robaron sino a un ser humano que merece justicia.

María Vicenta Dávila, abuela paterna de Jael, pidió, por medio de Radio Fe y Alegría Noticias, a las autoridades regionales no abandonar y engavetar el expediente, pese a la presencia del Coronavirus.

“No es justo que las autoridades del hospital se hayan lavado las manos como Pilatos. Queremos justicia, fue un niño, hijo de Mérida, hijo de campesinos, de gente humilde, no fue cualquier objeto que se robaron, fue un niño. Pedimos a las autoridades no engavetar el expediente, no nos abandonen” indicó Dávila.

Dávila igualmente hizo un llamado a los padres y representantes a que se unan en la lucha, “estamos gestionando a través de un grupo de mujeres que luchan por los derechos del niño y la mujer enviar un documento a nivel internacional sobre este y otros casos para que de esta manera nos apoyen”.

La pandemia atrasó la búsqueda  

Luego de la llegada de la COVID-19 en el mes de marzo del año pasado, la búsqueda del pequeño se paralizó tras las medidas aplicadas en la región.

La familia Rivas Dávila explicó que también se han visto afectados ante la ausencia de gasolina para trasladarse hacia la ciudad de Mérida, puesto que esta familia reside en Mucuchies, a una hora de la capital del estado.

Indicaron que días después del robo de Jael decidieron emprender su búsqueda desde la plaza Bolívar de Mérida. Allí se colocaban con parlantes y avisos de la posible mujer que robó al pequeño, sin embargo, desde la llegada de la pandemia no pudieron seguir.

“Nosotros habíamos planificado hacer una actividad los días 3 de cada mes en la plaza Bolívar pero estamos sin gasolina ni cauchos. También con la pandemia se nos dificulta. Nos sentimos de brazos atados pero confiamos en Dios que él sacará a la luz pública lo que pasó”, aseguró Dávila.