“No hay ninguna mujer que no haya sido víctima”

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Foto: Archivo.

Marialbert Barrios, internacionalista y directora del proyecto “Wommu: Construyendo en Femenino”, presentó un balance sobre el informe titulado “Las más jóvenes, las más vulneradas”, elaborado por la Red de Mujeres Constructoras de Paz, en el cual destaca que las mujeres en Venezuela continúan enfrentando discriminación y una carga desproporcionada de los efectos del conflicto. 

En su presentación, Barrios enfatizó que las mujeres son evaluadas principalmente por las dificultades que enfrentan, como la pobreza y la violencia, en lugar de reconocer su valioso aporte al país.

Reconoció que el informe se elaboró en medio de un contexto político de crisis y desconfianza en Venezuela. Además, reconoció que aunque muchas mujeres enfrentan un entorno desafiante, no han perdido la voluntad de contribuir al cambio. 

Destacó que las mujeres venezolanas están trabajando arduamente por el país y que esto debería traducirse en un reconocimiento y retribución adecuados para las mujeres.

“Ciertamente el contexto que tenemos es un contexto de profunda desesperanza, pero no todas (las mujeres) han perdido la esperanza”, apuntó.

Limitaciones que enfrentan las mujeres venezolanas

El informe señala varias limitaciones que afectan la participación de las mujeres en actividades comunitarias y políticas. Barrios mencionó algunas de ellas, entre esas:

1. Falta de motivación: la crisis de servicios básicos ha generado desánimo y falta de motivación para participar en actividades comunitarias. 

“La crisis de servicios básicos tiene ocupada a toda la población”, resaltó.

2. Falta de referentes femeninos: la ausencia de modelos femeninos en organizaciones no gubernamentales y en la política dificulta la participación activa de las mujeres.

“Si la opción que tenemos es quedarnos en el problema, por supuesto que vamos a voltear la cara”, mencionó en referencia a que parte de lo que hacen las figuras referentes es un diagnóstico de la crisis sin aportar soluciones, que es lo que realmente quieren las mujeres venezolanas.

3. Falta de recursos: la falta de recursos limita la participación de las mujeres en actividades de incidencia y cambio.

“Creo que hoy no hay nadie de Venezuela que pueda disponer de tiempo para hacer algo sin una retribución y no solo la monetaria”, afirmó.

Ausencia de liderazgo con valores feministas y los estereotipos son otros de los problemas

Barrios expresó su preocupación por la falta de liderazgo feminista en el país y la necesidad de rescatar el feminismo como un movimiento que busca la igualdad de derechos para todos. 

También destacó que las mujeres se enfrentan a la sobrecarga de roles de cuidado y subrayó el arduo trabajo que le toca hacer a muchas mujeres para cambiar las percepciones y conciencias de las personas con el objetivo de que las mujeres sean vistas como agentes de cambio.

Asimismo, señaló que uno de los principales hallazgos del informe es la necesidad de crear una red de sororidad entre las mujeres venezolanas para impulsar el cambio y la igualdad. 

Barrios concluyó resaltando que todas las mujeres en Venezuela, sin importar su posición, han sido víctimas de violencia y estereotipos, y enfatizó que las mujeres están listas para contar sus historias como sobrevivientes, no como víctimas, y que la lucha por la igualdad y el reconocimiento de las mujeres en Venezuela continúa siendo una prioridad.

“No hay ninguna mujer en este país que no haya sido víctima de violencia, no haya sido estereotipada, inclusive las que están paradas sobre privilegios también han sido víctimas. (…) Sobre esto hay una realidad: las mujeres venezolanas estamos hechas para contar nuestras historias desde ser sobrevivientes y no víctimas”, sentenció.

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