Este lunes 17 de mayo prosiguieron los combates entre el grupo islámico Hamás y las fuerzas militares de Israel en lo que el mundo ya considera una verdadera guerra.
El gobierno israelí informó que bombardeó túneles subterráneos utilizados por Hamás, mientras que del lado palestino proseguía el lanzamiento de cohetes contra ciudades israelíes.
Varios testigos confirmaron que se habían atacado carreteras, edificios de seguridad y campos de entrenamiento de militantes en la ciudad de Gaza y sus alrededores.
Tras el lanzamiento de cohetes de Gaza contra las ciudades israelíes de Beersheba y Ashkelon, la aviación israelí atacó nueve residencias pertenecientes a altos mandos de Hamás, según el ejército. Algunas de las viviendas se utilizaban como almacén de armas, según los miliares israelíes.
Autoridades de Palestina reportan que un ataque aéreo israelí en Gaza destruyó varias viviendas y en el que murieron 42 personas, entre ellas 10 niños.
Los llamamientos y clamores de la comunidad internacional, entre ellos el Papa Francisco, para el cese de las hostilidades entre ambas partes y se sentaran en una mesa de negociaciones ha sido totalmente omitido de lado y lado.
Este sábado el ejército israelí destruyó un edificio en Gaza donde funcionaban varias corresponsalías de medios internacionales como AP y la cadena árabe Al-Jazeera, alegando que la conocida torre Jala también albergaba «una oficina de inteligencia de la organización terrorista palestina (…) que prepara y organiza ataques terroristas contra civiles israelíes», según declaraciones del propio Primer Ministro Netanyahu.
Aseguró que antes del ataque el ejército previó que el edificio estuviera desalojado para no provocar víctimas civiles. «Estamos tratando de reducir la capacidad de Hamas y su voluntad de volver a hacer esto, llevará tiempo, espero que no demasiado, pero no es inmediato», dijo el gobernante.
Los esfuerzos de Egipto como mediador para el cese fuego también fueron rechazados por Israel por considerar que Hamás seguiría atacando mientras se efectuaba la ronda de conversaciones y eso sería como otorgarles una especie inmunidad.
El presidente de Estados Unidos Joe Biden también ha estado intercediendo para la culminación del conflicto bélico. Este fin de semana tuvo conversaciones telefónicos con el líder de Palestina Mahmud Abás y con el Primer Ministro de Israel. Sin embargo, los acuerdos aún parecen estar lejos de llegar. Y la guerra continúa dejando ya más de 400 muertos, muchos de ellos niños.
Con información de Reuters