OMS: Fin de la pandemia está cerca

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Tras una tendencia a la baja en contagios y decesos por COVID-19 a escala global en la última semana, el director general de la OMS aseguró que «el fin de la pandemia está a la vista».

Aun así, la entidad la sigue considerando «una emergencia a nivel mundial y en la mayoría de los países», por lo que implementó una serie de políticas sanitarias para prevenir rebrotes.

Es la evaluación más optimista de la Organización Mundial de la Salud (OMS) sobre la pandemia desde que inició la emergencia sanitaria por COVID-19.

El director general de la entidad, Tedros Adhanom Ghebreyesus, dijo este miércoles 14 de septiembre en su rueda de prensa semanal en Ginebra que el mundo «nunca ha estado tan cerca del fin de la pandemia».

Este anuncio se produce después de que la semana pasada se registraran alrededor de 11.000 decesos en todo el globo, la cifra más baja de fallecidos por la enfermedad desde marzo de 2020, marcando lo que podría ser un punto de inflexión en el brote mundial.

La agencia sanitaria de la ONU también destacó que en los últimos siete días se produjeron 3,1 millones de nuevos contagios, lo que supone un descenso del 28% a nivel mundial.

Aun así, la OMS advirtió que la relajación de las pruebas y la caída en la vigilancia del virus en muchos países está comportando que muchos casos pasen desapercibidos.

No hay que detenerse

Por ello, el director del organismo pidió que continúen los esfuerzos para combatir el virus, pues, según indicó, detenerse ahora «es correr el riesgo de más variantes del coronavirus, más muertes, más problemas y mayor incertidumbre» en el futuro.

«Ahora es el momento de correr más fuerte y asegurarnos de que cruzamos la línea y cosechamos todas las recompensas de nuestro duro trabajo», sostuvo el investigador de sanidad pública y político etíope, que sigue colocando el COVID-19 como «una emergencia a nivel mundial y en la mayoría de los países».

La OMS y sus políticas para contrarrestar el virus

La agencia emitió una serie de políticas sanitarias basadas «en las evidencias de los últimos 32 meses sobre lo que funciona mejor para salvar vidas, proteger las redes de salud y evitar perturbaciones que afecten a la economía y la sociedad», en aras de lograr que los gobiernos redoblen sus esfuerzos contra el coronavirus en esta «recta final».

Entre las recomendaciones figura: el invertir en la vacunación, en la continuidad de las pruebas para detectar la enfermedad, en laboratorios para controlar posibles nuevas variantes y en mejoras en los sistemas sanitarios, ya sea en equipos médicos o personal.

El director general advirtió que se prevén «futuras oleadas de infecciones, potencialmente, en diferentes momentos en todo el mundo, causadas por diferentes subvariantes de Ómicron o incluso por diferentes variantes preocupantes», aunque confía en que estas “no causaran muchas muertes”.

Balance tras dos años y medio

El virus, que surgió en China a finales de 2019, se ha cobrado unos 6,52 millones de vidas y ha infectado a más de 609 millones de personas, según los reportes nacionales que se han hecho hasta la fecha.

En la región de las Américas se han producido unos 2.826.385 decesos y más de 177.000.000 contagios.

Brasil es el país más afectado por la pandemia en la región, con alrededor de 34 millones de casos confirmados. Le sigue Argentina, con aproximadamente 9,68 millones de infectados.

Dentro de los países más afectados en América Latina también se encuentran México, Colombia y Perú.

En cuanto a la vacunación mundial, más de 4.940 millones de personas han sido inoculadas con el esquema completo. Esto quiere decir que el 63,3% de la población del planeta ya está totalmente inmunizada contra la enfermedad.

América Latina es la región con mayor tasa de vacunación en el mundo, con Chile y Cuba a la cabeza. Sin embargo, hay diez países y territorios en esta región que aún no han vacunado completamente ni siquiera al 40% de su población total.

Nuevo análisis

En octubre, la OMS mantendrá una reunión de expertos para decidir si la pandemia, que ha hecho tambalearse a las economías mundiales y ha sobrecargado los sistemas sanitarios, sigue representando una emergencia de salud pública de importancia internacional.