Los episodios de escasez alimentaria empeoraron en magnitud y gravedad, a causa de «conflictos prolongados, las consecuencias económicas de la COVID-19 y los fenómenos meteorológicos extremos», reseña el informe.
Los conflictos armados, la pandemia, junto y las difíciles condiciones climáticas, empujaron a 20 millones de personas más a una inseguridad alimentaria aguda en 2020, según un informe publicado el miércoles por la Red Global contra las Crisis Alimentarias, en colaboración con distintas agencias de Naciones Unidas.
El número de personas que necesitaron asistencia urgente para salvar sus vidas alcanzó un máximo de cinco años en 2020 de 155 millones de personas en 55 países y territorios, casi un 15% más que un año atrás.
El Director de la Oficina de Emergencias y Resiliencia de la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO),Dominique Burgeon, reveló que, del total; alrededor de 133.000 personas se encontraban en la fase más grave de inseguridad alimentaria aguda (hambruna) en Burkina Faso, Sudán del Sur y Yemen.
El continente más afectado por la escasez alimentaria es África, donde habitan 97,9 millones de personas en esa situación.
Otros afectados están en el Oriente Medio (29,4 millones), el sur de Asia (15,6 millones), América Central y el Caribe (11,8 millones) y Europa del este (600.000).
América Central y el Caribe, un total de 11,8 millones sufren estas crisis en El Salvador, Haití, Nicaragua, Guatemala y Honduras.
Fuente: AFP, FAO