El Superior General de la Compañía de Jesús, el padre Arturo Sosa, S. J., durante un encuentro con la comunidad universitaria de la Universidad Católica Andrés Bello (UCAB), señaló que la ciudadanía y el bien común siempre serán rasgos importantes en la educación jesuita.
En ese sentido, dijo que desde la Compañía de Jesús, tanto en la educación universitaria como en la educación primaria y secundaria, “uno de los elementos que queremos ofrecer como educación integral de la persona, es la ciudadanía”.
“Me interesa más tener unos buenos ciudadanos después de una carrera universitaria, que un buen ingeniero”, sostuvo durante desde el Aula Magna del campus en Montálban, Caracas.
Según él, la cultura democrática, es una lucha por la cultura ciudadana. Es decir, poner el bien común en primer lugar, pero sobre todo “tomar decisiones sobre ese bien común y no en beneficio de un grupo, partido o de una determinada tendencia ideológica política”.
Esfuerzos por la democracia
El sacerdote respondió una serie de preguntas: una de ellas estuvo relacionada con el autoritarismo y la democracia. Para responder, puso como ejemplo el caso de Venezuela y el de otros países en América Latina y Europa.
Sobre Venezuela, afirmó que después de la colonia, la nación ha tenido muchos gobiernos autoritarios, pero también ha habido un gran esfuerzo por mantener la cultura democrática y que no ha sido un esfuerzo en vano.
Las tres “p”
El padre citó al escritor Moisés Naím, quien en su libro “La revancha de los poderosos” hace un dibujo de la tendencia hacia el autoritarismo y concluye que si esta tendencia se consolida, se acaba la democracia.
Añadió que el escritor habla de las tres “p”, y comienza con el populismo, entendido como la sustitución del pueblo por un caudillo de cualquier tipo.
“El peligro del populismo es que utiliza un lenguaje de pueblo, es una trampa lingüística y tiene antecedentes lejanos”, dijo.
La segunda “p”, sería la polarización, que “es una cosa alarmante” que se convierte en una “amenaza”. Agregó que son dos bloques totalmente opuestos que van perdiendo la capacidad de negociar para el bien común y el que se “impone, lo hace autoritariamente”.
La tercera “p” es la posverdad, que para el padre Sosa “es una de las mayores amenazas a la democracia, por ser más sutil”.
“Sucede que no hay transparencia en la comunicación y la información”, aseguró.
Añadió que existen medios que se encargan de que eso sea eficaz y a través de redes sociales e internet se crean tendencias de información que no son verdaderas y si se consolidan, se hace imposible el régimen democrático.
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