Para el filósofo y sacerdote jesuita, Wilfredo González, la frontera colombo-venezolana tiene una serie de implicaciones sociales que no debe verse solo como una línea a la cual sacarle provecho comercial.
El padre González, en De Primera Mano, programa transmitido por Radio Fe y Alegría Noticias, explicó que la frontera une tradiciones y almacena las raíces de las familias colombiana-venezolanas; por ende, es importante que tras la apertura ambos gobiernos busquen entender la dinámica de la población que vive allí y sin prejuicios hacer sólida y constante la presencia de un Estado de derecho, en vez de solo trasladar las formas jurídicas e imponer regularizaciones.
“Creo que Caracas y Bogotá se equivocan y no se empapan de la realidad de la gente en la frontera. Deberían acercarse a la frontera con más consideración”, apuntó en la entrevista.
González, SJ, también compartió su opinión sobre cómo debería ser el proceso de acercamiento en la zona para proyectarse un beneficio económico y social. A su parecer, hay que hacer un registro de las personas que viven allí, qué hacen, quiénes tienen interés en la zona y las relaciones bilaterales para no llegar en desconocimiento e imponer una dinámica diferente a la que los pobladores manejan porque puede “entorpecer” y suscitarse situaciones de desagrado.
“El primer paso será ponerse otros lentes y descubrirán la potencialidad en términos educativos, económicos, comerciales y de salud. No solo el contrabando en todo esto. (Para los habitantes se trata de) una búsqueda de vivir de otra manera. Tú ves pasar a gente contrabandista y no a gente que está trabajando para poder llevar al niño al colegio. No reconocen que son personas buscando resolver la vida”, agregó el sacerdote jesuita.
Escuche la entrevista completa a continuación:
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