Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, informó que la cirugía de la pared abdominal al que fue sometido el papa Francisco este miércoles 7 de junio no tuvo complicaciones.
Bruni explicó que la operación fue necesaria debido a un laparocele incarcerado (una hernia que se forma en una cicatriz) que le estaba provocando síndromes suboclusivos recurrentes, dolorosos y que empeoraban.
Asimismo, detalló que el papa Francisco estará durante varios días en el hospital Gemelli de Roma para permitir el curso normal del posoperatorio y la recuperación funcional completa.
En una nota de CNN se indica que Francisco fue hospitalizado a finales de marzo con una infección respiratoria que el Vaticano dijo más tarde que fue diagnosticada como bronquitis, por lo que recibió tratamiento antibiótico intravenoso y fue dado de alta después de tres días.
Además de su cirugía de colon hace dos años, al papa Francisco le extirparon parte de un pulmón después de un grave ataque de neumonía cuando era joven en su natal Argentina.
En 2019 se sometió a una cirugía ocular en la Clínica de Pío XI de Roma para tratar una catarata, y también ha luchado contra el dolor crónico de ciática.
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