No pocos venezolanos quedaron sorprendidos este 5 de enero. Según la constitución, cada año en esa fecha debe instalarse el período de sesiones legislativas y elegir la directiva anual del parlamento venezolano. En este 2024, luego de un largo silencio público, los diputados opositores electos en 2015 reaparecieron para reafirmarse en este espacio que podría considerarse ya de política ficción.
Algunos medios de comunicación reportaron que las dos Asambleas escogieron directiva el 5 de enero. Ese día, desde el edificio legislativo el chavismo ratificó a Jorge Rodríguez como presidente del parlamento unicameral, y por la vía de los hechos, se mantiene como tercero en la sucesión del poder en Venezuela, después de Nicolás Maduro y de su hermana Delcy, vicepresidenta de la República. Ante la ausencia del presidente asume la vice, ante la ausencia de ambos el presidente interino debería ser Jorge, esto según lo que dicta la constitución.
Quienes ejercen el poder real, ya que tienen de facto el control de las instituciones públicas, manejan el erario nacional y tienen la potestad de reprimir, se mostraron elegantemente vestidos en los jardines del Capitolio Nacional.
Asamblea Nacional 2015: la entelequia de la oposición
En la otra acera, de manera virtual, sin claridad de dónde se encuentran sus integrantes y si existe siquiera quorum en la asistencia de los diputados, está la que se niega a morir, la Asamblea Nacional 2015. O tal vez ya falleció políticamente y sus integrantes se niegan a aceptarlo.
Para muchos venezolanos la defenestración de Juan Guaidó, ocurrida hace un año y promovida desde Primero Justicia y Acción Democrática (la de Henry Ramos, acá también tenemos dos mundos paralelos) para ponerle fin al gobierno interino, también por la vía de hechos significaba finiquitar al parlamento electo en 2015. Era un momento, tal vez oportuno, para poner en pasado lo que fue el símbolo de la lucha democrática y de la legitimidad institucional, a los ojos de unos 60 países del mundo.
La salida de Guaidó, que era necesaria, de una presidencia también ficticia, era el momento para asumir los errores y el fracaso de una etapa de lucha política. Tal cosa no ocurrió. Se siguió pa`lante ahora con Dinorah Figuera como presidenta, incluso reelecta, del parlamento virtual.
Bajo el argumento central de que deben defender los activos de la República en el exterior, diversos diputados electos en 2015 han continuado prorrogándose ellos mismos su mandato (y sus sueldos) ya por 4 años adicionales al período para el cual fueron electos, 2015-2020.
Sin incidencia en las decisiones reales, sin capacidad de dictar leyes que se vayan a ejecutar realmente y sin sentido político de la oportunidad, al menos, para estar presentes en los debates de fondo del país, esta AN-2015 es una triste entelequia.
Las noticias agoreras que rodean a Citgo, la petrolera venezolana en territorio estadounidense, tal como lo ha reportado El Estímulo, desnudan las propias limitaciones de esta Asamblea Nacional 2015 en salvaguardar lo que fue otrora la joya de la corona.
Todo apunta a que Citgo terminará siendo rematada, por las altas deudas que acumuló el Estado venezolano y que son responsabilidad del chavismo. Pero a los actores de oposición no se les puede exculpar. Han sido testigos mudos de toda una operación que dejará al país sin uno de sus principales activos, siendo que su justificación para seguir exhibiendo su camiseta de diputados (8 años después de su elección en 2015) era justamente eso, defender los activos de la nación en el exterior.
Andrés Cañizález es periodista y director de Medianálisis. @infocracia
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