El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, generó polémica en la opinión pública tras prometer que desplegaría a las fuerzas federales y militares para controlar las protestas si los gobernadores y alcaldes no lo hacían.
«Estoy tomando acciones presidenciales inmediatas para detener la violencia y recuperar la seguridad en el país. Estoy movilizando todos los recursos federales, civiles y militares, para detener los disturbios y saqueos», dijo el mandatario.
Minutos después de su discurso, funcionarios de la policía dispersaron con bombas lacrimógenas, perdigones y escudos antimotín a un grupo de manifestantes que se concentraba frente a la Casa Blanca.
«Alcaldes y gobernadores deben establecer una abrumadora presencia para hacer cumplir las leyes, hasta que la violencia haya sido sofocada. Si una ciudad o estado se niega a tomar acciones, entonces desplegaré las fuerzas militares de los Estados Unidos para resolver el problema por ellos», continuó diciendo Trump.
Sus declaraciones llegan en momentos en que las protestas por la muerte de George Floyd bajo custodia policial se han extendido por 75 de las principales ciudades de los Estados Unidos, entre las que cuentan Nueva York, Washingon D.C. y Las Vegas.
Polémica en la iglesia
Inmediatamente después de su discurso, el presidente de los Estados Unidos cruzó la calle que había sido despejada por las fuerzas policiales minutos antes y posó a las puertas de la Iglesia Episcopal de San Juan, ubicada justo frente a la casa presidencial, con una Biblia en la mano.
«Déjenme ser claro. Esto es repugnante. La Biblia no es un accesorio. Una iglesia no es un escenario fotográfico. La religión no es una herramienta política. Dios no es tu juguete», dijo el sacerdote jesuita James Martin en un tweet.
Otros líderes religiosos criticaron la acción, como el presidente Interfaith Alliance, rabino Jack Moline, quien criticó la ironía de las acciones del presidente.
«Ver al presidente Trump pararse frente a la iglesia sosteniendo una Biblia en respuesta a los llamados por la justicia racial, justo después de haber usado la fuerza policial para despejar la calle de las protestas, es uno de los más flagrantes malos usos de la religión que haya visto», dijo el rabino.
¿Por qué protesta la gente?
Las manifestaciones y disturbios empezaron tras la muerte de un ciudadano afroamericano a manos de la policía en las calles de Minneapolis, el 25 de mayo.
Floyd fue detenido por un grupo de policías blancos. Durante el arresto, el oficial de policía Derek Chauvin mantuvo al ciudadano en el suelo con una rodilla sobre su cuello, mientras Floyd y algunos caminantes le pedían que lo liberara pues no podía respirar.
Tras nueve minutos en esa situación, Floyd, que tenía condiciones respiratorias y cardíacas previas, murió de un paro respiratorio. El agente de policía fue acusado de homicidio en tercer grado y homicidio por imprudencia en segundo grado.