Policías «expulsan» a waraos de las riveras del Manamo en Tucupita

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Durante la última semana, grupos de familias enteras de waraos del municipio Pedernales y zonas fluviales del municipio Tucupita han estado arribando a la capital de Delta Amacuro en un intento por escapar de la hambruna y falta de medicinas en los ambulatorios.

A falta de una residencia o a quién acudir pernoctan en un lugar público conocido como paseo Manamo de Tucupita, a orillas del río Manamo y a un costado de la capital deltana.

Allí improvisan un lugar para «descansar» y cocinar en fogón. Todos llegaron a Tucupita en pequeñas canoas con sus enseres básicos durante la última semana de agosto.

No hay una cifra oficial, pero se calcula que hay más de 300 waraos en condición de calle o en condición de sobrevivencia. La orden gubernamental sería de mandarlos a sacar de la zona mencionada.

Este miércoles 7 de setiembre, cerca de las 5 de la tarde, cinco funcionarios de Politucupita abordaron a los originarios y los obligaron a abandonar el paseo Manamo.

Los funcionarios les conminaron a recoger sus pocos bienes y cargarlos de nuevo a sus canoas. Algunos se retiraron con destino desconocido, otros se mantenían en medio del río fuera del alcance de los efectivos policiales.

Un grupo menor permaneció a orillas del Manamo porque no tenían canoas.

Radio Fe y Alegría Noticias conoció que los funcionarios policiales insistieron en que los waraos debían retirarse al otro lado del río donde tampoco tienen un lugar dónde quedarse.

«El otro lado del Manamo» es una extensión selvática del estado Monagas que comparte territorios con ganaderos y una base militar.

Una fuente no oficial informó a que la orden era retirarlos del lugar porque incomoda «el ambiente» y ensucian los lugares públicos.

Además, el humo que levantan al cocinar estaría incomodando a las familias que viven cerca.