La creciente preocupación por los niveles de contaminación en el Lago de Maracaibo, el cuerpo de agua más grande de América Latina, ha llegado a su punto más alto de la historia.
Si bien, expertos y activistas ambientales tienen años alertando sobre la crítica condición del lago, es hasta ahora que, incluso a nivel internacional, se le ha prestado atención ante la falta de acción del Estado venezolano.
En el Lago de Maracaibo surgió una capa verde mal olorosa conocida como verdín. Esta cianobacteria ha desencadenado una serie de problemas que afectan tanto a la actividad económica como a la salud de la población y la vida silvestre. En esta nota, se explicará por qué, según El País de España, el Lago de Maracaibo está en “cuidados intensivos”.
El verdín está en todas partes
Según imágenes satelitales, aproximadamente el 70 % del lago está actualmente cubierto por esta microalga, que no solo afecta visualmente sino que también emite un desagradable olor debido a la alta concentración de nutrientes, como fósforo y nitrógeno, en sus afluentes.
Un problema sistémico
La contaminación del Lago de Maracaibo es el resultado de una serie de factores que se han acumulado durante décadas. La sobreexplotación de los bosques en su cuenca, la contaminación de los ríos por desechos industriales y agrícolas, la proliferación de residuos plásticos en las zonas costeras y la actividad petrolera descontrolada son solo algunos de los elementos que contribuyen a este problema sistémico.
La falta de acción gubernamental
A pesar de las advertencias y el deterioro visible del lago, el Gobierno no abordó adecuadamente los derrames petroleros.
La falta de mantenimiento de las instalaciones petroleras ha provocado numerosos derrames que afectan directamente a las costas orientales del lago.
Además, la salinización del lago debido a la actividad petrolera es otro desafío ambiental que enfrenta esta región.
Dichos problemas llevan al Lago de Maracaibo hacia el “colapso”. ¿Qué hacer?
A pesar de que todavía existe vida en el Lago de Maracaibo, con una variedad de flora y fauna, la situación es crítica. La falta de medidas efectivas para abordar la contaminación y los derrames petroleros plantean un futuro incierto para este importante cuerpo de agua.
No obstante, aunque el panorama parece ser muy desalentador, expertos están generando propuestas para “salvar” el lago. Parte de lo señalado por ambientalistas es que se tiene que idear un plan para conservar los bosques de manglares alrededor del lago es fundamental. ¿Por qué?, porque éstos actúan como sumideros naturales de nutrientes y contaminantes.
Nota escrita a partir del artículo publicado por El País de España, escrito por Alonso Moleiro: «El Lago Maracaibo entra en cuidados intensivos».
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