Precio del petróleo puede caer por debajo de los 20 dólares

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Las nuevas malas noticias del mundo petrolero llegan desde el mercado asiático, asienta el economista venezolano Leonardo Buniak.

A través de Radio Fe y Alegría Noticias explica que lo que se produce en la actualidad es una sensible y vertiginosa caída de precios del petróleo vinculada a un desequilibrio en los fundamentos del mercado petrolero como lo son la oferta y la demanda.

Dicho de otra manera, hay una sobre oferta de producción petrolera que los países quieren vender y muy pocos que la quieran comprar.

Buniak ahonda en la materia al señalar que la «ralentización del crecimiento de China se da como efecto colateral del coronavirus. La economía china ha entrado en una fase de muy fuerte contracción ligada al cierre o paralización de industrias, comercios, transportes, vuelos comerciales».

Y al paralizarse o desaceleresarse la economía, la demanda de petróleo por cada unidad de producto interno bruto también cae. Hasta la fecha son 600 mil barriles que en los actuales momentos China no está necesitando.

Y es mucho más pesimista cuando afirma que «las perspectivas a mediano y corto plazo es que a nivel global la demanda petrolera pudiera caer en 4 millones de barriles diarios».

La guerra de precios

A este panorama se añade el fracaso de la semana pasada en la reunión de la Opep-Plus que congregó a los países integrantes de la Organización más los productores no OPEP liderizados por Rusia donde no hubo acuerdo porque Arabia Saudita planteaba la reducción de la producción en 1.5 millones de barriles diarios para avanzar en una suerte de reequilibrio de mercado.

Pero Rusia, que venía siendo un aliado de Arabia Saudita desde el año 2014, decidió rechazar el acuerdo básicamente porque le tocaba una cuota importante de esa reducción.

«Entre 300 y 500 mil barriles, lo cual le iba suponer ceder mercados a los grandes productores norteamericanos», apunta el también analista de mercados financieros internacionales.

Ante este rechazo de la propuesta árabe, de reducir la producción, Arabia Saudita toma una decisión residual que es incrementar su producción a 9 millones y medio de barriles diarios, con posibilidades de subir a 11 millones, con un descuento del 20% en los precios, si es necesario.

«Esto abre una guerra de precios entre Rusia, Estados Unidos y Arabia Saudita. Por supuesto, la consecuencia es una caída vertiginosa del precio del crudo a 32 dólares el barril».

Sin embargo, el pronóstico que se maneja comenzando esta semana es que para «este lunes se proyecta que pudiera llegar por debajo de los 20 dólares por barril».

Impacto y afectación a la ya aquejada economía venezolana

«En el caso venezolano esto es terrible, apocalíptico», dice Buniak. Argumenta su análisis sobre la base de que además de confrontar una caída importante de los precios del petróleo, se le sumaría un declive de los niveles de producción que en la actualidad estarían en unos 733 mil barriles diarios.

Por eso vaticina que «lo grave no es cuánto estamos produciendo actualmente. Lo grave es cuántos barriles de esa producción realmente generan «caja».

Y es que una parte de la producción nacional se utiliza en el mercado interno. Otra parte va a los convenios cooperativos con Petrocaribe y Cuba. Otra porción se le reparte a los socios o las empresas mixtas que tienen convenios con el país en la faja petrolífera del Orinoco.

El economista expone que es un cuadro muy complicado porque el ingreso petrolero es igual a precio por cantidad producida y exportada. Si cae el precio y al mismo tiempo está cayendo la producción el resultado neto es un derrumbe muy sensible en los ingresos petroleros.

La capacidad de un país para importar se deriva exactamente de su capacidad para exportar. En consecuencia, en un país como Venezuela que «de cada 100 dólares que se contabilizan en la balanza de pagos 96 provienen del petróleo, y si sigue cayendo el precio del barril de petróleo, es poco el margen de maniobra que tiene el gobierno de Nicolás Maduro».

Otros números que apunta tampoco son alentadores para la economía nacional. Explica que producir un barril de petróleo puede estar entre 18 y 20 dólares.

«Lo grave es que Venezuela necesita un barril de petróleo cuyo precio promedio esté entre los 50 y 60 dólares por el tema del equilibrio fiscal, no solamente para poder cubrir los costos, sino para poder solventar la gestión financiera del gobierno».

Y este equilibrio está lejos de encontrarse.

Actualmente, y en medio de las sanciones económicas que agudizan la crisis, el gobierno está utilizando los pocos dólares que recibe del petróleo solo para tres cosas.

Lo primero es para pagar sueldos y salarios. Lo segundo es para importar combustible que no se está produciendo porque el parque refinador está en un nivel crítico. Y finalmente, utiliza estos exiguos ingresos para importar alimentos «y entregar las cajas Clap a toda la base clientelar».

Al final sentencia que «no estamos preparados para enfrentar esta nueva crisis. Entre otras cosas, porque ésta no es una economía diversificada».

En resumen, la epidemia del coronavirus no solo repercute en el ámbito de la salud pública. La economía global recibe sus efectos colaterales. Sobre todo el mercado petrolero que cada día se vuelve más volátil.

Y en un país como Venezuela, sumido en una crisis compleja humanitaria sin precedentes, no vender petróleo o venderlo a precios de gallina flaca significaría que el gobierno de turno no tendría ni siquiera para comprar las cuestionadas y cada día más escasas cajas de comida.

El panorama en el corto plazo no se mira nada bien.