La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, prometió “mano dura” en las cárceles del país en un intento de propiciar el orden en los centros penales del país.
El anuncio ocurre en medio de una crisis carcelaria provocada por miembros de pandillas que tienen el control de los centros. Estos grupos se han dedicado a sembrar el terror en varios centros penales, siendo cuatro los más sangrientos y peligrosos como parte de una protesta de los grupos armados.
Además, los pandilleros han amenazado con ejecutar a cada nuevo privado de libertad que sea ingresado a cualquiera de las cárceles hondureñas que estén bajo su control.
“Cualquier man que traigan, lo vamos a matar en todos los centros penales”, dijo un reo en conversación telefónica, lo que alertó a las autoridades. De acuerdo con la prensa hondureña, las pandillas involucradas son los Mara Salvatrucha (MS-13) y Barrio 18, según las autoridades penitenciarias.
Por si fuera poco, los privados de libertad también han amenazado abiertamente con atacar y asesinar a miembros de la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO).
La presidenta de Honduras prometió respeto a los DD.HH, pero con mano dura
Xiomara Castro prometió respetar “la humanidad de los encausados”, pero garantizó que habrá mano dura y orden en los centros penitenciarios.
“Sé del esfuerzo de la Policía y la Secretaría de Seguridad en la disminución de homicidios y corrupción, pero voy a intervenir enérgicamente los centros penales”, publicó Castro en uno de cinco mensajes divulgados en su cuenta de Twitter.
Aseguró que la “intervención será dura, pero respetuosa de la humanidad de los encausados, sus familiares y defensores. El crimen se combate desde la prevención no solo con el castigo”.
El objetivo es convertir las cárceles en centros de rehabilitación
“Voy a poner mano dura y orden en las cárceles hasta transformarlas en Centros Penales de rehabilitación, no en escuelas de crimen y tortura como lo que he heredado”, señaló la presidenta hondureña.
Reconoció que el trabajo no será fácil porque deberá lidiar con viejas costumbres instauradas al margen de la ley durante los últimos 12 años.
“Doce años de saqueo y colusión con el narcotráfico, maras, pandillas y crimen organizado público y privado no se arreglan en 12 meses”, reconoció la mandataria.
Tras los tiroteos, los reos dijeron a un canal de televisión local que si las autoridades no dejan “de capturar y encarcelar personas”, seguirán protagonizando balaceras y habrá más muertos.
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