Supuestos militantes islamistas mataron el miércoles al menos a 22 civiles con cuchillos y machetes en una redada nocturna en aldeas cercanas a la ciudad de Beni en el este de la República Democrática del Congo, dijo un funcionario local.
Un bebé de cuatro meses, fue hallado con vida en la espalda de una de las víctimas, y se cree que junto a otros siete niños de una misma familia; quedaron huérfanos.
«Me dieron al bebé para que lo alimentara porque estaba llorando», dijo la hermana de la mujer, Kavira Mwisha, sosteniendo al bebé contra su pecho.
Jean-Paul Katembo, jefe de la comuna de Bulongo, dijo que el número de muertos conocido era de 22.
Además, Katembo, culpó a las Fuerzas Democráticas Aliadas (ADF), una milicia ugandesa activa en el este del Congo desde la década de los 90. Se cree que varios aldeanos fueron secuestrados.
Miles de muertos tratando de poner orden
En la aldea de Bulongo, charcos de sangre roja mancharon la calle de tierra, donde reposaban zapatos, y otros objetos personales perdidos durante el ataque.
En otra parte, un grupo de hombres excavó tumbas para enterrar a las víctimas mientras otros aldeanos se quedaban al lado y cantaban de luto.
Más de 1.200 civiles han muerto en el territorio de Beni desde noviembre de 2019, según el Kivu Security Tracker, cuando el ejército inició una operación destinada a poner fin a la insurgencia de las ADF.
La ofensiva desarraigó a las ADF de sus bases y se dividió en grupos más pequeños, pero el grupo armado respondió intensificando los ataques de represalia contra la población civil.
El 17 de mayo, Uganda anunció que había acordado compartir inteligencia y coordinar operaciones contra los rebeldes, pero que no desplegaría tropas en el Congo.
Fuente: Reuters
