El presidente de Rusia, Vladímir Putin, negó este miércoles 7 de septiembre la presencia militar rusa en la central ucraniana de Zaporiyia denunciada por el informe de la agencia nuclear de la ONU.
Putin ordenó también a la agencia atómica rusa, Rosatom, que proponga medidas para garantizar la seguridad de la planta.
«He visto en el informe que dice que el OIEA (Organismo Internacional de Energía Atómica) considera necesario retirar equipos militares del recinto de la planta. Pero en el territorio de la planta no hay equipos militares», dijo Putin.
El presidente ruso se mostró dispuesto a invitar a la planta bajo control ruso a la prensa europea y estadounidense para que lo comprueben personalmente.
Al mismo tiempo, aseguró que se fía del informe presentado la víspera ante el Consejo de Seguridad de la ONU por el director general del OIEA, Rafael Grossi, quien visitó la planta la pasada semana.
Grossi llamó a crear una zona de seguridad en torno a la planta, y también pidió la retirada del equipamiento militar ruso y el restablecimiento de la comunicación con la agencia atómica ucraniana, Energoatom.
«El OIEA es una organización internacional responsable. Su jefe es una persona muy profesional», subrayó Putin.
Al mismo tiempo, denunció que EEUU y los países europeos presionan a la agencia de Naciones Unidas, por lo que no pueden decir «abiertamente que los disparos proceden del lado ucraniano».
Otra voz
El presidente de Ucrania, Volodímir Zelenzki, apoyaría la «protección desmilitarizada» de la central nuclear de Zaporiyia, según anunció este martes al valorar el informe del Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA) sobre la planta.
«El informe señala la presencia de equipo militar ruso en el territorio de la central nuclear, enfatiza la presión sobre nuestros especialistas nucleares y hace claras referencias a la ocupación militar rusa. Está bien», afirmó Zelenski.