La presidenta de la Sociedad Venezolana de Infectología (SVI), María Graciela López, expresó que el medicamento Carvativir, presentado por el presidente de la República, Nicolás Maduro, como la medicina que neutralizaría la COVID-19, es un producto del que no hay estudios en revistas científicas.
«Hay que enfatizar que no hay disponible este estudio en revistas científicas arbitradas con revisiones por pares, para de alguna forma comprobar la eficacia y la seguridad de este producto», dijo López a Radio Fe y Alegría Noticias.
Indicó que en documentos no certificados por la sociedad científica, al Carvativir se le atribuyó como un producto que puede tener acción antiviral y de inmunomodulador (potenciar o reforzar de alguna manera la actividad inmunológica en el organismo).
Resaltó que por lo que saben hasta el momento, el Carvativir está en etapas experimentales, aunque ya se está empezando a probar en humanos.
La importancia del método científico
En cuanto a la insistencia de que cada nuevo medicamento ya sea para tratar la COVID-19 o cualquier otra enfermedad, refirió que la expectativa de vida de la humanidad en líneas generales ha aumentado debido a los pasos del método científico.
Detalló que para aprobar un medicamento el proceso del método científico que debe cumplir son los siguientes:
- Fase preclínica: es donde los resultados experimentales sobre la eficacia y tolerancia en modelo animal apoyan su posterior investigación en humanos. Los estudios preclínicos usan sistemas de cultivos de tejidos o cultivos de células y pruebas en animales, que pueden ser ratones o monos, para evaluar la seguridad de la vacuna candidata y su capacidad para provocar una respuesta inmunológica.
- Fase I: usualmente se testa una nueva vacuna en etapa experimental en un pequeño número de humanos, en general menos de 100 adultos, con el fin de evaluar inicialmente su seguridad y sus efectos biológicos.
- Fase II: se testa una vacuna que fue considerada segura en la Fase I y que necesita un grupo más grande de humanos (generalmente entre 200 y 500) para monitorear seguridad y también los ensayos que determinaran la eficacia de la vacuna. Las metas de las pruebas de fase II son estudiar la vacuna candidata en cuanto a su seguridad, capacidad imunógena, dosis propuestas, y método de administración.
- Fase III: tiene como objetivo evaluar de forma más completa la seguridad y la eficacia en la prevención de las enfermedades e involucran una mayor cantidad de voluntarios que participan en un estudio multicéntrico adecuadamente controlado. Pueden incluir cientos a miles de humanos en un país o varios países. Las pruebas de fase III son aleatorias y doble ciego, e involucran la vacuna experimental que se prueba contra un placebo (el placebo puede ser una solución salina, una vacuna para otra enfermedad o alguna otra sustancia). En general es el paso anterior a la aprobación de una vacuna.
Explicó que cuando se refiere a que el estudio debe aparecer en revistas científicas arbitradas, es porque se necesita que otros veedores e investigadores, que no participaron en el proceso de la elaboración de la posible vacuna, evalúen la fidelidad de los datos desde el punto de vista estadístico.
«Es una manera de hacer comprobaciones de que definitivamente un producto que sale al mercado y la aplicación para el ser humano tenga el perfil adecuado de seguridad; que los datos sean ciertos e igual de eficaces», aseguró.
Nombrar «gotitas milagrosas» a un producto es «inadecuado»
La infectóloga aclaró que llamar a un posible medicamento como «gotitas milagrosas de José Gregorio Hernández» puede crear falsas expectativas en la población, «y eso es muy peligroso».
Pero más allá de eso, López insistió en que nombrar a una figura religiosa tan importante para los venezolanos como lo es el Dr. José Gregorio Hernández, es muy delicado.
«La gente por fe puede pensar que ese medicamento los va a curar, y realmente lo que tiene que estar detrás es una importante y potente base científica que certifique y que avale la seguridad y la eficacia de los medicamentos», alertó.
El mandatario venezolano presentó el Carvatir como la medicina que neutralizaría el 100% del Coronavirus, además se refirió a este producto como «las gotitas milagrosas de José Gregorio Hernández».