Un joven venezolano de 24 años que nunca se ha rendido, que tiene decisión y determinación. Con esos atributos sus compañeros describen a Virgilio Laverde. “Él todo lo que inicia, lo termina”.
Su pasatiempo favorito es salir y compartir entre amigos. “No es alguien de estar encerrado en su casa. Siempre tiene un plan para hacer”, comentó un compañero, quien aseguró conocerlo desde el inicio de la carrera de medicina. En cada actividad o una reunión, Virgilio estaba ahí.
Multifacético por naturaleza, además de culminar sus estudios como profesional de la salud, ser dirigente político y defensor de los derechos humanos, Laverde trabajó con la contabilidad en un local de comida y colaboró como modelo de fotografías, siendo parte de una agencia.
Este lunes 2 de septiembre se cumplen 18 días desde que Virgilio fue detenido por funcionarios del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc) en su residencia en Ciudad Bolívar, cuya detención ocasionó su ausencia en los actos protocolares por el grado de la promoción 94 de Médicos Cirujanos de la Universidad de Oriente (UDO), un sueño que estaba cumplido por él, con mucho sacrificio por toda su familia.
Su historia familiar
Virgilio José Laverde Márquez nació en San Félix, estado Bolívar, en enero del 2000.
Su infancia transcurrió entre la localidad de San José y El Buey, donde queda el campo de su familia materna, en Upata.
También pasó parte de niñez en Mina Arriba, un sector ubicado vía a El Pao, donde vivía su familia paterna.
Su padre es veterinario de profesión y su madre se dedicó a ser ama de casa. De tres hermanos, Virgilio es el del medio.
“A los tres años, ayudaba a su papá a llenar las inyectadoras; en ese momento, él decía que quería ser médico, pero de gente no de animales. Esas eran sus palabras, al ser un niño tan pequeño”, afirmó su mamá en entrevista para Radio Fe y Alegría Noticias.
Creció en un entorno familiar numeroso, rodeado de sus padres, tíos y más de 10 primos; las fiestas de cumpleaños eran un motivo para compartir entre todos. También se reunían para celebrar los eventos tradicionales, como carnaval.
Familiares lo describen como un hijo, hermano y tío excepcional, dulce y pacífico. Virgilio siempre demostró vocación por ayudar a quien lo necesitara. “La cantidad de personas que quieren a mi hijo es por su forma de ser: es un ser humano único. Siempre ha sido entregado a su vocación”. La progenitora dijo que con frecuencia hacía labores sociales.
La decisión de estudiar medicina
Comenzó la carrera de medicina, en la UDO núcleo Bolívar, en septiembre del 2018, motivado por el apoyo de sus padres. Para ellos, tener un hijo graduado de esta casa de estudios representaría un orgullo y reputación importante.
Sin embargo, el proceso de formación profesional de Virgilio estuvo marcado por un momento de indecisión común de un estudiante en el contexto venezolano. Mientras cursaba el tercer semestre, se cuestionó la posibilidad de irse de Venezuela, considerando como destino la nación de Brasil.
En una conversación donde manifestaba su deseo por desistir con los estudios, la mamá se opuso. “Le pedí que buscara las maneras de terminar su carrera, y que se fuera con un título en la mano, que después que se graduara, si quería nos íbamos”.
Su respuesta ante la propuesta de la mamá fue que se quedaría a estudiar y también para defender sus ideales. Sus compañeros afirman que Virgilio se comprometió con el fortalecimiento de la “democracia” del país.
A pesar de que desde niño tuvo vocación por la medicina, también le gustaba la comunicación social, otra opción que pensó estudiar.
Su familia comenta que tiene cualidades para expresarse muy bien. “Con eso se nace”. También participó en la Cohorte VI del diplomado de políticas públicas, junto al Centro Internacional de Actualización Profesional (CIAP) en la UCAB Guayana.
Disciplinado con sus responsabilidades
“Su paso por la universidad fue con altos y bajos, porque somos una generación que ha pasado de todo en nuestro andar. Iniciamos con paros, pasamos por una pandemia (..) Ha sido complicado, pero avanzamos y superamos semestre por semestre”, expresó un compañero de la promoción 94.
Su materia favorita era cirugía, incluso, había decidido que esa sería su área de especialización. “Hablando de esto, recuerdo lo mucho que él quería terminar y comenzar su postgrado en cirugía general”, dijo el compañero a través de una entrevista.
Todos los días se despertaba a las 6:00 de la mañana para cumplir con su jornada en el Hospital Ruiz y Páez hasta las 3:00 o 4:00 de la tarde. El resto del día se dedicaba a la política.
Sus amigos afirman que nadie entendía cómo le daba tiempo hacer tantas cosas, pero que sí cumplía con todas las responsabilidades.
Detención
El pasado 15 de agosto, aproximadamente entre las 11:30 y 12 de la medianoche, patrullas del Cicpc abordaron la residencia de Virgilio Laverde, ubicada en la parroquia Catedral, en Ciudad Bolívar, en el marco de algunas detenciones que se reportaron tras el anuncio de los resultados de las elecciones presidenciales del pasado 28 de julio.
Sus compañeros de la universidad pensaban que se había quedado dormido, al perder comunicación durante esas horas.
“En la mañana, cuando íbamos al servicio comunitario, insistimos, pero no hicimos mayor bulla. Al transcurrir las horas nos dimos cuenta que estaba desaparecido. Se estima que Virgilio recibió una llamada, salió a recibir algo, y en ese momento estaban todos los cuerpos de seguridad y se lo llevaron”, dijo un estudiante de medicina.
Actualmente, está detenido en el Cicpc de homicidios de Ciudad Bolívar. Le imputaron los cargos de terrosimo e incitación al odio.
La promoción 94 de Médicos Cirujanos de la UDO continuaron con los actos protocolares de las tradicionales escalinatas, donde recibió un homenaje por parte de sus compañeros quien pusieron su fotografía.
Por petición del graduando, los padres asistieron a la imposición de batas. “Él quería que yo estuviera ese día ahí, pero no saben lo duro, lo fuerte, lo doloroso que fue estar ahí, y que mi hijo no estuviera, porque ese era un sueño tanto de él, como de nosotros sus padres. Pero yo sé que Dios es grande y va a sacar a mi hijo de donde está”, aseveró la madre de Virgilio Laverde.
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