Con agosto llegaron las vacaciones anheladas, sobre todo por niños, niñas y adolescentes, quienes después de un año escolar, aspiran por este tiempo los espacios y lugares para disfrutarlas al máximo, lo cual es un derecho consagrado de acuerdo a la convención de derechos del NNA, donde se señala que tienen derecho “al descanso y el esparcimiento, al juego y a las actividades recreativas propias de su edad y a participar libremente en la vida cultural y en las artes”, según la Unicef.
No obstante, en el El Nula, zona fronteriza del Alto Apure, este derecho se ve muy lejos de cumplirse por razones que van desde lo físico y material, hasta las limitaciones económicas para asistir a centros recreativos en El Piñal y San Cristóbal en el estado Táchira.
Mientras tanto, en la capital de la parroquia San Camilo, no existen esos espacios suficientes y necesarios para desarrollar la creatividad y diversión.
En la Avenida San Camilo está el único lugar diseñado para la recreación de los más pequeños. Allí hay parques infantiles que hoy presentan gran deterioro en su infraestructura, aunado al abandono de sus áreas verdes y de la pintura.
Cabe destacar que este es un espacio que pertenece a la municipalidad, que según denuncias se ha desligado desde hace años, dejando a la buena voluntad de dolientes que aportan por momentos recursos o trabajos comunitarios para, al menos, mantenerlo limpio.
Hace meses la ONG HIAS construyó un parque infantil en el sector Colinas San Camilo, que está a las afueras de El Nula, pero su acceso es complicado porque se deben atravesar caños y carreteras en mal estado, quedando prácticamente al uso de los niños de esa comunidad, limitando aún más la recreación de los otros barrios.
Espacios pagos o privados
Cuando se habla de actividades para niños y niñas en El Nula inmediatamente se piensa en las actividades organizadas por particulares a fin de también generar recursos económicos, con precios en sus entradas que muchos no pueden cubrir.
En lo que va de año se han realizado varias actividades para los más pequeños, algunas de ellas con personajes como “Barbie” y “Mario Bros”, con entradas que oscilaban entre 2 a 4 dólares, afectando sin dudas a los niños de menos recursos, que no pudieron asistir.
De igual manera existen saltarines, inflables, heladerías que tienen sus accesorios para la diversión, que también son privados y hasta algunos niños comentan que se convierten en repetitivos y hasta aburridos.
Algunas alternativas
En El Nula existen algunas disciplinas deportivas que los niños practican cotidianamente, como Taekwondo, que por cierto ha tenido excelentes réditos, donde este año tendrá participación en el Mundial de Bélgica para el mes de octubre.
También el fútbol es popular para niños y niñas, además de que en esta entidad existe una escuela de pintura que por años se ha desarrollado los fines de semana en la Plaza Bolívar, la cual también se debe pagar por lo cual es limitada para muchos.
La casa de La cultura continúa dando cabida al talento musical y de bailes tradicionales, pero por falta de recursos económicos y humano, se ha visto minimizada a actividades muy puntuales, quedando atrás la masiva cantidad de niños que asistían en las tardes y noches.
Sin embargo, y a pesar del cambio de paradigmas y formas de crianza, algunos pequeños no dejan de recrearse con los juegos tradicionales, como metras, trompo, papagayos y fusilados, que aún perduran en el tiempo y que estos niños, en especial los de menos recursos, lo juegan felizmente.
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