La Universidad de Los Andes (ULA) enfrenta serias dificultades financieras, según lo declarado por su rector Mario Bonucci Rossini, quien denunció que los recortes presupuestarios siguen siendo la “norma” establecida por el actual Gobierno.
De acuerdo con una nota de prensa de esta casa de estudios, Bonucci expresó su preocupación por el impacto de estos recortes en la infraestructura y los salarios de los profesores y personal de la institución.
Hasta la fecha, la ULA no ha recibido la totalidad de la cuota presupuestaria asignada para 2024 por parte del Ejecutivo Nacional, lo que ha limitado significativamente la capacidad de la universidad para mejorar sus instalaciones y aumentar la remuneración de su personal académico.
De los 4.300 millones de bolívares requeridos por la universidad para este 2024, la Oficina de Planificación del Sector Universitario (OPSU) solo aprobó 763 millones, lo que representa apenas el 17,47 % del monto solicitado en el anteproyecto.
Desde 2019, el Observatorio de Derechos Humanos de la ULA ha reportado recortes acumulados superiores a 237,6 millones de dólares en los presupuestos solicitados por la universidad.
Además, el rector señaló que la OPSU ha proporcionado un presupuesto incompleto y con demoras, un problema que se ha repetido en años anteriores.
La ULA solo ha recibido el 3,09 % del presupuesto
En este año, la ULA ha recibido tan solo el 3,09 % del monto asignado que destinan mayoritariamente a cubrir gastos de nómina. Esto deja escasos recursos para el mantenimiento básico del campus y las necesidades operativas de la institución.
Mario Bonucci subrayó que lo que se espera de un presupuesto es la posibilidad de invertir en reactivos, equipos tecnológicos, atención a los estudiantes, transporte, becas y financiamiento de proyectos, lo cual lamentablemente no es factible con los escasos recursos asignados. La situación se agrava por la devaluación de la moneda y la inflación, que en los últimos tiempos ha superado el 30 %.
El rector de la ULA resaltó que desde el año 2007 se ha implementado una política de reconducción presupuestaria que ha llevado a la universidad a recibir el mismo monto que el año anterior, sin considerar el crecimiento natural de la institución y el aumento en la demanda estudiantil.
Bonucci también criticó la falta de transparencia en la asignación de recursos, que dificulta a la comunidad universitaria conocer el uso de los fondos públicos destinados a la educación superior. A pesar de estos obstáculos, señaló que la ULA ha tenido que buscar alternativas de autogestión, operando con ingresos propios generados por laboratorios y centros de investigación.
A pesar del “acoso presupuestario” que ha llevado a renuncias de profesores y está vulnerando los derechos de los estudiantes, el rector enfatizó que la calidad académica de la ULA se mantiene, destacando su inclusión en rankings nacionales e internacionales, aunque lamentando que la situación actual es inferior a la de años anteriores.
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