Francisco Suárez se ríe sin pena, a carcajadas, sin la más mínima precaución. “Reír es una apuesta a la rebeldía”, dice muy en serio.

Ante las dificultades, la precariedad y la cotidianidad adversa: reír.

Francisco Soares es embajador de yoga de la risa, una disciplina que busca privar de carcajadas a las personas, para mejorar la calidad de vida y afrontar los problemas con otra cara.

Francisco representa a la organización, “Regálame una Sonrisa” y desde hace 8 años contagia en talleres a los curiosos que se acercan y confían en la técnica para mejorar la salud.

Este representante del humor contó en el programa Háblame bajito, que transmite Radio Fe y Alegría Noticias, que hace ocho años se reunían en un parque de Caracas para reír y hacer reír a las personas en una de las épocas mas duras de pobreza y miseria.

En esa época de grave crisis política y económica, las personas encontraron en la risa una terapia de resiliencia que les hizo más llevadera la cruz que cargaban.

“Reír es una apuesta a la rebeldía”

Después de desparramarse a carcajadas en una entrevista telefónica, Francisco se pone serio y dice que “reír es una apuesta a la rebeldía”, porque sonriendo se alivia la carga de la escasez de gasolina, de los apagones y de las precariedades cotidianas.

Este hombre que transmite esperanza es una muestra del botón de la transformación, hace algunos años era habitante de calle y pasó por procesos de rehabilitación que hoy lo tienen dándole vida a otras personas.

Se prepara constantemente con cursos e intercambios. asegura que la risoterapia se puede aplicar en cualquier lugar. Por ejemplo, contó como una vez aplicaron la técnica en la cárcel de Uribana, en el estado Lara durante 21 días a privados de libertad.

En ese tiempo, los especialistas hicieron seguimiento fotográfico a las personas y el cambio en sus caras fue evidente, solo con la risa.

¿Cuántas veces nos reímos en un día?

Los niños no tienen pena ni problemas para reírse, se calcula que en la niñez, la sonrisa aparece hasta 400 veces en un día.

Esta cifra va bajando con el paso de los años, los adultos, en promedio se ríen entre 4 y 5 veces al día. Los problemas, los patrones de conducta y la seriedad borran la risa.

Y no se trata de un acto de magia ni de fe. Reír es una terapia científica, porque la risa estimula al cerebro. Así sea una risa de mentiras, el cerebro recibe las señales y retribuye felicidad al organismo.

Soares explicó que existen ejercicios que las personas pueden hacer diariamente para reír y hacer reír a otros. Los hizo durante la entrevista he hizo soltar carcajadas a la periosta Carlota Rojas.

¿Quiere aprender a reír?

Escucha la entrevista que ofreció Francisco Soares y aprende a reírte a carcajadas. La risa cura, es una medicina. Compartir la alegría contagia.

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