Felipe González, designado en 2017 ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU como Relator especial en defensa de los derechos de los migrantes, fustigó este jueves 4 de febrero la creciente militarización en las fronteras de algunos país del Sur de América ante la llegada de más venezolanos.
El alto funcionario expuso su crítica a través de su cuenta en Twitter en la que señala que esas medidas restrictivas reflejan la aplicación de políticas improvisadas y contradictorias en países como Perú, Ecuador y Chile, cuyos gobiernos han decidido mover tropas militares a sus zonas fronterizas para impedir el paso masivo de migrantes venezolanos.
González explica, mediante un hilo de varios planteamientos, que el primer paso dado por los países en cuestión es haber reconocido que la masiva movilidad de venezolanos se debe a la creciente humanitaria existente en su país.
Sin embargo, acota, lo anterior se quedó en un mero reconocimiento porque el mismo no fue acompañado de acciones ni políticas concretas de recibimiento, acompañamiento y protección para los migrantes, al no concederles ni siguiera un estatus temporal de refugiados o medidas similares.
Finalmente, el diplomático alertó que los gobiernos de los países receptores se equivocan al implementar acciones militaristas en sus fronteras para detener el paso de los migrantes venezolanos con el pretexto de que por la vía ordinaria no pueden frenar el avance de delitos, subyacentes en toda movilidad humana, como la trata de personas.
Denunció, en este sentido, que el uso de las fuerzas armadas para asuntos como éste constituye una clara violación de los derechos humanos de los migrantes.
La militarización de las fronteras de varios paises sudamericanos como medio para contener la movilidad humana, especialmente la venezolana, es el episodio más reciente de una serie de medidas contradictorias e improvisadas de política migratoria.
— UN Special Rapporteur Migration Felipe González M (@UNSR_Migration) February 4, 2021
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