Una hombre murió este lunes 29 de agosto en la región de Petit Goave (oeste) durante las protestas contra la inseguridad, el aumento del costo de la vida y la escasez de combustibles que continúan en varias ciudades de Haití.
La víctima, Roland Rathon, quien falleció en su casa en el área de Beatrice, luego de que la Policía lanzara profusamente gases lacrimógenos para dispersar a los manifestantes que reclamaban la renuncia del primer ministro, Ariel Henry, al acusarlo de mala gestión, de acuerdo con la plataforma digital Rezo Nowdes.
Asimismo, otras 11 personas sufrieron heridas, entre ellas dos de bala.
Además de Petit Goave, las manifestaciones tuvieron lugar en otras ciudades de Haití que se encuentra sumido en una profunda crisis económica, social, política y de seguridad.
Siguen las protestas
En Puerto Príncipe, decenas de manifestantes intentaron llegar a la residencia del primer ministro, Ariel Henry, pero fueron dispersados por la Policía con gases lacrimógenos.
Decenas de ciudadanos reclamaron la renuncia del jefe de Gobierno, al considerar que durante su gestión la situación se deterioró aún más.
También se registraron barricadas, neumáticos encendidos y movilizaciones en el Champs de Mars, la principal plaza pública del país, y en zonas como el viaducto de Delmas, Petion Ville, Nazon y Laule, donde se registraron barricadas, neumáticos encendidos y bloqueos de carreteras.
La semana pasada los movimientos de protestas dejaron otros dos fallecidos y más de una decena de heridos en el sur de Haití, mientras organizaciones sindicales y políticas amenazan con mantener las manifestaciones.
Nuevas acciones
Para el domingo 4 de setiembre están previstas nuevas movilizaciones, además de un paro general nacional el lunes 5 y el martes 6 próximos.
Entre los principales reclamos figura el aumento de los precios de la canasta básica que obligó a los ciudadanos a disminuir su ingesta, mientras la gasolina triplicó los costos en el mercado informal y las estaciones de servicio llevan meses cerradas.
La situación se agravó con el accionar de las pandillas que controlan cerca del 30 por ciento del territorio nacional y cuyos enfrentamientos provocaron más de 500 muertos desde finales de abril.