Con un nudo en la garganta, la representante Merisol Hernández, del Colegio Andy Aparicio en Caracas, exhortó a la Ministra de Educación, Yelitze Santaella y al presidente Nicolás Maduro, que cancelen el bono vacacional completo a los miles de docentes de las escuelas de Fe y Alegría.
Cuando tuvo la oportunidad de hablar, Hernández no aguantó y dejó salir, no solo lágrimas, sino la impotencia y la tristeza que le genera la incertidumbre de cómo será el próximo año escolar para sus hijos si el Gobierno nacional insiste en no cancelar lo justo a los educadores.
Sin embargo, aprovechó la plataforma de distintos medios de comunicación que dieron cobertura a la rueda de prensa convocada por directivos, docentes, administrativos, obreros y padres la mañana de este viernes 5 de agosto, en las que rechazaron el pago parcial del bono vacacional y otras deudas.
“A mí me preocupa la situación, porque baja el rendimiento académico y el nivel de educación para mis hijos. Ya mi hija está en sexto año y no es justo que cuando comience el nuevo año escolar no estén los profesores”, apuntó la representante.
“Señor presidente Nicolás Maduro póngase las manos en el corazón, para que todos tengan un sueldo justo. La educación es valiosa”, dijo.
Ella, al igual que cientos de padres y representantes, apoyan de manera incondicional a los docentes de sus hijos, porque según: “Fe y Alegría no solo educa, refuerza los valores, es católico y respeta la igualdad”.
Hablan los docentes
Entretanto, Basby González, docente del Colegio Padre José María Vélaz, al tomar la palabra, lo hizo en nombre de los miles de educadores.
Aseguró que este año escolar que se cierra es “atípico, lleno de obstáculos. Sin embargo, trabajamos en tres momentos: a distancia, híbrido y presencial. La esperanza era que se reconociera lo que se hizo”.
“Exigimos que se reconozca el trabajo. Estamos agotados física y mentalmente, merecemos un descanso y no seguir trabajando en vacaciones para poder llevar comida a la casa”, agregó.
Manifestó que los docentes deben hacer otras tareas, ya que el bono vacacional no equivale ni a una cuarta parte de la canasta básica. “El docente es engañado, estamos decepcionados, pero sobre todo preocupados”.
“Hay docentes con ganas de seguir educando, pero exigimos lo que corresponde por ley y justicia social, trabajamos con fe y alegría todos los días”.