De acuerdo con información dada por la presidenta de la organización no Gubernamental (ONG) Women Riots, el acceso limitado a los recursos, los estigmas y la falta de educación sobre la salud menstrual son partes de los desafíos que enfrenta la población venezolana, lo cual es fundamental para la calidad de vida y el respeto de los derechos humanos de las mujeres.
Existen casos que dejan en evidencia cómo las mujeres se ven en la necesidad de faltar al trabajo y, en el caso de las niñas, no pueden asistir a las escuelas, porque no cuentan con una forma de acceso a los métodos o servicios adecuados durante los días de la menstruación.
Esto provoca una gran brecha de género al limitar las actividades y el ritmo de su vida, comentó Roxana Vivas, en una entrevista realizada en el programa En Confluencia de Radio Fe y Alegría Noticias, en el marco del Día Mundial de la Salud Menstrual que se conmemora este 28 de mayo.
¿Es la salud menstrual un lujo?
Por otro lado, el factor económico, en el contexto de Venezuela, cuya persona solo cuenta con el ingreso del salario mínimo, no tienen la capacidad para adquirir los recursos que requieren para gestionar una salud menstrual de forma higiénica y responsable.
“Cualquier persona que simplemente tenga un salario mínimo va a preferir comprar comida, a comprar un paquete de toallas sanitarias una vez por mes”, expresó la abogada de la ONG venezolana.
Necesidad e inventiva
La especialista en género explicó que las niñas y mujeres en etapa menstruante se ven en la necesidad de acudir a métodos no convencionales, como el uso de hojas, cartón de huevos y trozos de telas: que pueden generar graves consecuencias –cómo las infecciones- para quienes lo utilizan.
Se debe agregar que el factor emocional se ve implicado, ya que la autoestima y la salud mental resultan afectadas al no poder acceder a los productos y recursos. También por los miedos que las niñas, adolescentes y mujeres desarrollan ya que atender sus necesidades mientras menstrúan resulta ser un reto complicado de abordar.
Posibles complicaciones
Las infecciones urinarias, son una de las consecuencias a las cuales las mujeres están expuestas en caso de no atender su salud menstrual de forma segura e higiénica con los métodos adecuados.
Incluso, algunos de los productos fabricados para atender la menstruación, pueden ser altamente tóxicos para el cuerpo cuando se utiliza por un tiempo más prolongado de lo indicado.
“Una persona que utilice una toalla y que salió durante todo el día y no la cambio cada cuatro horas, porque no tenía chance o no podía buscar la forma de cambiarse, y lo hizo a las 12 horas, puede sufrir un shock tóxico; esto significa que las toxinas de la toalla sanitarias ingresan al cuerpo y puede conducir a la muerte”, explicó Vivas en la entrevista.
Parte de las medidas para abordar esta problemática, según información obtenida por Acnur, son garantizar el acceso a espacios adecuados seguros y privados para que las niñas, adolescentes y mujeres gestionen su menstruación, así como también mejorar la educación para acabar con los estigmas sobre el tema.
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