Sabana Grande en Maturín está sumida en el olvido y abandono

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Sabana Grande Maturin
Foto: Radio Fe y Alegría Noticias

Los vecinos de la comunidad de Sabana Grande, en Maturín, son testigos de cómo a diario desmejoran los servicios básicos como agua potable, electricidad, alimentación, gas doméstico, transporte, seguridad y alumbrado público.

La falta de empleo ha sumido a esta populosa comunidad en mayor pobreza. Además de esto, sus residentes señalan que esto ha hecho que la delincuencia se desate a cualquier hora del día.

Los centros educativos de Sabana Grande han sido objeto de vandalismo y desmantelamiento de sus techos, puertas y ventanas. Uno de los más afectados es la Escuela Técnica Fe y Alegría Ángel de la Guarda, según denunciaron maestros como Arnelis Roca.

“Aprovecho para hacer un llamado a la comunidad y a los entes gubernamentales. Nos están deteriorando la institución, se están llevando las láminas de los techos, los tubos, rejas, puertas, cabrerías eléctricas, bombillos”, apuntó.

Por su parte, Carlos Maita fue a llevar el portafolio de tareas de su hija a la escuela y se encontró con un grupo de representantes. Todos se comprometieron a reparar algunas conexiones para mejorar la iluminación del colegio donde estudian sus dos hijos también pidió seguridad para la comunidad y para el centro educativo.

“Como los estudiantes no están asistiendo de forma regular a la escuela, aprovechan los delincuentes para desvalijar. Están totalmente a oscuras la escuela y la calle, por eso aprovechan y se están llevando todo. Ha tocado a la comunidad activarse porque ese es un espacio de nuestros hijos”, apuntó.

Las vecinas de Sabana Grande ya no salen solas a la bodega o panadería del sector porque la nueva modalidad de robos es que les arrebatan las compras, por lo que temen ser despojadas de lo poco que pueden comprar para sus hijos.

Virginia Figueroa lamentó que “se desata la delincuencia a cualquier hora. Por eso uno sale con temor y acompañado. Uno compra una bolsita de pan y llegan y te la arrebatan”.

Por lo que pidió a los organismos que salgan a patrullar además de alumbrado público porque “esta comunidad está sumida en abandono. Que atiendan a nuestra comunidad, que vean cómo vivimos”.

El agua potable es una de las necesidades que más claman sus vecinos. Desde hace más de 2 años no reciben el suministro y se ven obligados comprar agua mediante cisternas para resolver en casa lo indispensable.

Los vecinos refirieron que deben comprar en 5 dólares un tambor de agua de cien litros, otros se apoyan con personas que han construido pozos artesanales para paliar la falta del servicio.

Los que no pueden comprarla caminan para apoyarse en los sectores que cuentan con pozos. Esta realidad se ha hecho más difícil durante la pandemia.

Necesidades alimentarias han aumentado en la pandemia

Muchos de sus residentes aseguraron no tener ingresos fijos y se dedican a la economía informal con puestos de venta de alimento, reparación de ropa, repuestos de fontanería, peluquería y reparación de calzados.

Otras personas aseguraron que sobrellevan la situación con «trabajitos menores», como la señora Carmen que trabaja como doméstica tres días de la semana radical. Lo que percibe solo le da para comprar agua, sardinas y yuca. A eso reduce la dieta de su grupo familiar.

Carlos Maita aseguró que resuelve con yuca y sardina, lo más económico en el mercadito de la comunidad. “Si te pones a ver un arroz, ya está entre 2 millones 300 mil y 2 millones 500 mil bolívares. Muchas veces no hay ni para poder comprar un kilo de yuca y sardina que es lo más barato”, refirió.

La comunidad Sabana Grande pide atención a las autoridades para que atiendan las demandas de aguas servidas que colapsan las calles, la recolección de basura para que los vecinos no se vean en la necesidad de quemarla y afectar a sus residentes, reparar las bombas de agua del sector para que puedan contar con agua por tubería, patrullaje, venta de gas doméstico de forma regular, iluminación de sus calles y la escuela.