El sacerdote Enrique “Kike” Alaña, a quien la Arquidiócesis de Caracas lo expulsó el miércoles 26 de julio por un presunto abuso sexual, manifestó a través de un video en la red social Instagram que es inocente.
Alaña agregó que la acusación le costó su carrera sacerdotal.
A su juicio, considera que lo expusieron muy “injusta” y “poco caritativa” por parte de los medios de comunicación. A la vez, indicó que hace año y medio, el cardenal Baltazar Porras le notificó que estaba bajo investigación por presunto abuso sexual.
En ese sentido, Alaña dijo que ese día salió de la casa del cardenal “con la cabeza gacha por el dolor de esta acusación asquerosa pero, al mismo tiempo, con la frente en alto porque soy inocente”, expresó en el material audiovisual.
El sacerdote comentó que desde entonces a la fecha estuvo trabajando en su inocencia y la Fiscalía determinó que había elemento de convicción para acusarlo.
Había una investigación dentro de la Iglesia
Por otra parte, Alaña agregó que a la par, dentro de la Iglesia venezolana, se llevaba a cabo una investigación. “Después de un tiempo, en el que busqué la manera en saber qué sucedía para demostrar mi inocencia, el 24 de febrero de 2023 me llaman de la residencia del señor cardenal para notificarme desde Roma que hubo un mandato en el que tenía que remitirme al estado laical”.
El sacerdote aprovechó la ocasión para agradecerle por el apoyo a la familia del niño con quien involucraron.
Alaña Morillo estuvo al frente de la iglesia de Cumbres de Curumo hasta el año 2021 y fundó la plataforma Arca Iberoamérica, cuyo fin es reunir a los artistas de religión católica.
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