Si el Gobierno nacional no aumenta el salario mínimo a un monto digno para vivir, la presión en la calle va a seguir según sentenció la presidenta de la Federación de Trabajadores del Estado Apure (Fetrapure), Minerva Ortega.
Aumentan o “seguimos con la presión y diciendo que queremos una respuesta satisfactoria para los trabajadores”, dijo Ortega en declaraciones concedidas al espacio De Primera Mano, programa de Radio Fe y Alegría Noticias, este viernes 14 de abril.
Ortega desea un salario de mil dólares, pero no lo ve aplicable por parte del Gobierno venezolano que, a su juicio, no ha hecho más que ignorar las exigencias de los trabajadores y jubilados del país, aún cuando se ha intentado negociar contando con la presencia de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Los trabajadores no queremos que la inflación se coma ese aumento. No queremos solo el aumento, sino un anclaje al dólar”, expresó.
“Un salario que sea suficiente y vital es a lo que nosotros aspiramos; que no vengan con un salario de ‘esto es lo que tenemos’. Vamos a medir, como dice la Constitución en el artículo 91, y lo mínimo sea ajustado a la canasta básica”, manifestó la dirigente sindical.
También dijo que las federaciones y sindicatos están esperando que el Ejecutivo nacional anuncie el aumento salarial pronto o al menos deje el silencio “horrible” sobre el tema porque está violentando un cronograma y acuerdos que salieron en las reuniones tripartitas.
¿Falta dureza?
Para Minerva Ortega, la dirigencia de los gremios debe ser «más dura» al actuar para lograr presionar de modo que el Gobierno no le quede de otra que resolverle a los trabajadores.
Reconoció que seguir en las calles los mantiene en una posición compleja, pero “hay que mantenernos firmes” si se quieren cambios porque ya han transcurrido varios meses desde la primera protesta de este año y aún no hay respuestas.
¿Engaños desde el Gobierno?
La presidenta de Fetrapure señaló que el Gobierno no ha sido sincero y ha jugado a demorar el proceso de discusión sobre las exigencias planteadas en las reuniones.
Principalmente, el Gobierno se ha sentado en la mesa de negociación y ha evadido los temas económicos, la deuda pendiente con los trabajadores del 180 % y la exigencia de la derogación del memorando 2792.
Cuestionó que el Gobierno reiteradas veces dijo que no tenía información precisa sobre su nómina (número de jubilados y empleados públicos). Ello hacía complicado avanzar para que la OIT hiciera un cálculo sobre estimaciones del aumento salarial, aunado a que se ha preguntado sobre cuánto dinero le entra a Venezuela por la producción petrolera y venta de minerales y “no ha habido sinceridad sobre ello”.
“Me parece poco serio que el Gobierno se presente a la reunión y digan: ‘es que estamos actualizando las nóminas’. Un Gobierno que no tiene actualizado su nómica ni sabe cuánto ingresa al país, (entonces) ¿cómo están administrando el país?”, resaltó.
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