Una nueva caravana de migrantes hondureños partió este martes 30 de marzo hacia Estados Unidos teniendo como primer punto de llegada la población de Corinto en Guatemala.
Pese a las advertencias del gobierno guatemalteco de no permitir el avance del nuevo grupo debido a los altos riesgos de contagios de Coronavirus, los caminantes se determinaron a salir a pie desde la Gran Central Metropolitana, principal terminal terrestre de San Pedro de sula, al norte de Honduras.
«Nos vamos porque perdimos todo. Unos por la pandemia (de coronavirus) y otros por las inundaciones (que causaron) las tormentas Eta e Iota (en noviembre pasado)», declaró uno de los migrantes que no se identificó por su nombre.
Contó que camina con dos hijos y un hermano, provenientes del Departamento de Francisco Morazán, donde se localiza Tegucigalpa, la capital de Honduras.
Tanto las autoridades de Guatemala como los gobiernos de México y Estados Unidos han dicho que no permitirán más movilizaciones de migrantes en el actual contexto de pandemia por temor a que se acreciente la crisis sanitaria en los tres países.
De hecho, este lunes el gobierno de Guatemala anunció un estado de prevención en cinco de los 22 departamentos del país para contener la posible llegada de la caravana.
El decreto gubernativo 3-2021 ordena el estado de prevención ante el «riesgo de desplazamiento de grupos de personas con características de migrantes».
Según la normativa, la llegada de la caravana migratoria podría generar una crisis de «seguridad ciudadana ante su ingreso al país o circulación dentro del mismo, lo que agravaría la emergencia sanitaria epidemiológica».
Pero los caminantes están decididos a llegar a costa, incluso, de sus propias vidas.
