Según los datos que registra el Cendas, la desaceleración del crecimiento de los precios indican que podríamos estar en vías a superar la hiperinflación.

El director del Centro de Análisis y Documentación de la Federación Venezolana de Maestros (Cendas), Óscar Meza, dijo a Radio Fe y Alegría Noticias que para el mes de junio la tendencia de desaceleración del crecimiento de los precios indicaba que podríamos estar hablando del fin de la hiperinflación en Venezuela.

Precisó que aún están revisando los datos, pero que según los registros producto del monitoreo que adelantan mes a mes de los productos que integran la canasta básica, la inflación estaría cayendo de 200% en enero a una de un sólo dígito en el mes de junio, que podría estar entre 2% y 8%.

Sin embargo, enfatizó que de acuerdo con los parámetros establecidos por el Fondo Monetario Internacional, habría que esperar que el comportamiento se mantenga al menos por seis meses para poder asegurar con toda propiedad que la misma ha llegado a su fin.

Por lo que están revisando los datos para asegurarse que no haya errores en el procesamiento de los mismos, tal como lo hicieron hace 4 años cuando pudieron identificar el inicio de la hiperinflación.

Destrucción, habría sido el precio pagado

Para el economista, la superación de la hiperinflación llegaría tras la destrucción del poder adquisitivo del salario mínimo, argumentó esta afirmación al detallar, que según los datos preliminares que manejan en el Cendas, en junio el poder de compra del salario mínimo fue de apenas el 1.5%, pues se necesitaron 66 salarios mínimos para cubrir la canasta alimentaria ubicada en unos 328 dólares, mientras el salario mínimo es de 5 dólares al mes; y se necesitaban 120 salarios mínimos para poder comprar la canasta básica que se ubica en el orden de los 600 dólares.

Óscar Meza dijo que además se había destruido también la moneda nacional, pues los niveles de desconfianza en el bolívar en este proceso hiperinflacionario habrían crecido enormemente, por lo que aseguró que ni que le cambien el nombre la gente creerá nuevamente en él.

Apuntó que también habría significado la destrucción de las prestaciones sociales como ahorro de los trabajadores, desapareciendo con ello el valor social del trabajo, siendo una de las principales motivaciones para la migración de militares, maestros, policías, médicos, enfermeras, entre otros, en búsqueda de mejores opciones para vivir.

Asimismo, señaló que se destruyó la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) que no es algo distinto al cierre de industrias y empresas, de manera que hay menos empleos, menos bienes y servicios que ofrecer y menos impuestos que recaudar, por tanto menos riqueza.

Algunos resquicios de libertad económica serían la causa del fin de la hiperinflación

El director del Cendas consideró que una de las causas del cambio del comportamiento de la economía nacional sería una cierta permisividad del gobierno sobre la fijación de los precios de los productos, «una especie de liberación de precios» ayudando a que haya un mayor abastecimiento de los mercados, aunque a unos precios que la mayoría de la población no puede pagar.

Y una segunda causa, sería una cierta permisividad cambiaria que habría permitido dolarizar de facto la economía, lo que aparentemente habría ayudado también a estabilizar los precios, aunque, enfatizó, que ya no es posible que los precios suban más porque el poder adquisitivo de la población ya no puede soportarlo.

A juicio de Meza la lección más importante del nuevo contexto económico es que con apenas algunos resquicios de libertad económica, con la cierta permisividad en la fijación de precios y de libertad cambiaria, se producen resultados que pueden ser aún más positivos si se incluyen dentro de un programa económico coherente que tenga por objeto el bienestar de la gente.

Para Óscar Meza, el cierre del crédito sería otra de las causas del cambio en el comportamiento de la economía nacional, tras la imposición de una medida implementada por el gobierno nacional de fijación del encaje legal en 100%, con lo que la banca, prácticamente, no puede hacer su principal función, que es otorgar créditos para que la economía fluya, para que las empresas funcionen y haya consumo, como ejemplo de ello señaló la forma como se han venido manejando los límites de las tarjetas de crédito.

No es irreversible la tendencia que pondría fin definitivo a la hiperinflación

El economista advirtió que, si al presidente Maduro se le ocurre otra vez inventar un programa de recuperación y crecimiento económico como el anunciado en octubre pasado, aumentar los salarios sin consultar ni evaluar como está la economía, o quitarle otros ceros a la moneda o inventar otra moneda como el Petro, podría revertirse la tendencia actual.

Indicó que según los datos del Cendas en enero tenían una inflación anualizada de 394.482,7% en el caso de la canasta básica y eso cayó en el mes de mayo a 148.980% lo que muestra, sin duda, que en los últimos 5 meses hubo un descenso que también se comprueba en los datos de junio que aún están procesando y según los cuales la misma se estaría ubicando en el orden del 70.000%.

Para Oscar Meza, la única forma de superar definitivamente la crisis económica es con un cambio en la gestión de gobierno, pues a su juicio el actual no es garantía de que no podamos repetir un proceso de destrucción de la economía.