Gustavo Gutiérrez, el llamado padre de la Teología de la Liberación en América Latina, se despidió del mundo terrenal este martes 22 de octubre a sus 95 años.
Gutiérrez es sacerdote, nacido en Perú, donde también murió. “Desde la Conferencia Episcopal Peruana nos unimos al pesar de toda la Iglesia peruana, la comunidad dominica y el mundo entero, por el eterno descanso del Padre Gustavo Gutiérrez, defensor incansable de la opción preferencial por los pobres, quien partió a la Casa del Padre este martes 22 de octubre”, aparece en la página web del episcopado peruano.
Mientras que el cardenal electo Carlos Castillo, también arzobispo de Lima, destacó que el padre Gustavo Gutiérrez “fue un defensor incansable de la opción preferencial por los pobres, frase que él acuñó y que se integró al Magisterio de la Iglesia como un camino fundamental para vivir nuestra fe”.
Y el arzobispo agregó que “el aporte de Gustavo Gutiérrez abrió el camino a la esperanza liberadora de los pobres y los pequeños, la esperanza liberadora que Jesucristo abre a toda la humanidad a través de los pobres y pequeños”.
¿Cómo hablar de Dios desde el sufrimiento del pobre?
Fue la pregunta bíblica que inició una teología que marcó el camino de la Iglesia Latinoamericana. Una teología desde los pobres y marginados, que hoy tiene múltiples desarrollos.
A Gutiérrez le gustaba decir que la teología «es para las tardecitas», porque la teología es una reflexión sobre el compromiso y la praxis. Un momento segundo.
Le preguntaron si la Teología de la Liberación había muerto. Y con su humor de siempre respondió: “A mi no me han invitado a ningún funeral”.
Al igual que su teología, su vida fue una carta de amor a Dios, a la Iglesia y al pueblo.
Con su libro Teología de la Liberación, publicado en 1971, fue capaz de recibir y aplicar el Concilio Vaticano II en el ámbito latinoamericano, y más en concreto las ideas y propuestas de la constitución pastoral Gaudium et spes, sobre la vida, las relaciones y la misión de la Iglesia en el mundo moderno.
Se nos va otro gran referente. Quedamos un poco huérfanos con su partida, pero con una gratitud y esperanza más grande que la pena.
Gracias por la vida de Gustavo Gutiérrez!! Descansa en Paz….amigo de los pequeños.
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