La constituyente Esther Quiaro estima que el problema económico es mucho más complejo en el país que lo que realmente se visualiza. Habla que en esta complejidad intervienen factores políticos que terminan enredando el panorama de soluciones.
En conversación con Radio Fe y Alegría Noticias la también periodista señala que «el gobierno pudiera poner el sueldo en 10 millones de bolívares y se volvería sal y agua por los niveles de especulación y de hiperinflación que tenemos en el país».
En ese sentido, advierte que en la Asamblea Nacional Constituyente se ha mantenido un amplio debate sobre la realidad económica venezolana, pero cree que para poder avanzar, los sectores políticos «de oposición tienen que hacer presión para que alcancen acuerdos en algunos temas».
En concreto, propone que en una mesa de concertación se sienten juntos empresarios, trabajadores, sectores que dinamicen la economía, «porque creo que existen más factores políticos que económicos para buscarle una solución al problema».
Si bien mantiene la tesis oficialista de que el aparato económico nacional ha recibido serios ataques, admite que sectores de la oposición política venezolana han mantenido una pretensión de «derrocar al gobierno. Yo llamo a la oposición a retomar el camino democrático con transparencia, sin condicionamientos para ver soluciones a problemas que nos preocupan a todos».
Reconoce que aparato productivo y económico del país urge de un necesario equilibrio «porque tenemos una economía seriamente distorsionada».
Un problema que no solo afecta a los maestros
En relación a la campaña que el Movimiento de Educación Popular Fe y Alegría ha retomado esta semana para exigir un salario digno para todos los docentes, la legisladora apunta que no se trata solo de los educadores ,»sino también de los médicos, de las enfermeras… de todos los trabajadores del país».
Cree que es necesario que se retomen las negociaciones de las convenciones colectivas por parte de los trabajadores de los diferentes sectores laborales «y por esa vía alcanzar alguna compensación. El momento es muy complejo».
Quiaro acota que se deben encontrar soluciones creativas. En el caso de los maestros, invita a retomar la idea que en un momento se manejó «de que los docentes trabajen en las zonas donde residen».
Por otro lado, sugiere que se siga regularizando la entrega, más frecuente, de subsidios «que el gobierno nacional ya ha venido entregando».
Para estos profesionales también recomienda que se intensifique el programa de los combos proteicos para mejorar su alimentación y la de sus familias, a través de la distribución que llevan a cabo los Comités Locales de Abastecimiento y Producción.
Al final, Esther Quiaro dice estar convencida que el Ministro de Educación, Aristóbulo Istúriz, se pondrá a revisar el tema de la contratación colectiva de los docentes.